¿Qué me mantiene despierto por la noche? Es la pregunta que se hace a todo director ejecutivo. Pero para los emprendedores, hay una pregunta aún más relevante. Para entrar realmente en la mentalidad emprendedora, es mejor preguntar: ¿Qué me saca de la cama por la mañana?
La primera pregunta se centra en los miedos y ansiedades más profundos y oscuros, de los cuales no faltan en nuestro mundo actual. Pero la segunda pregunta revela quién está dispuesto a hacer algo al respecto.
Cuando los emprendedores exitosos describen lo que los mueve, las palabras visión, valores e impacto social positivo surgen una y otra vez. Y la forma en que invierten la pregunta (desde noches de insomnio hasta días soleados en el futuro) revela una mentalidad de oportunidad indomable, que siempre elige ver el vaso medio lleno donde otros sólo lo ven medio vacío.
Ésa es la primera cualidad de un emprendedor, pero está lejos de ser la única. A continuación, vemos las ocho cualidades que como emprendedor necesitas para construir una empresa exitosa y lograr innovaciones del siguiente nivel:
Cualidades clave de los mejores emprendedores
- Adopta una mentalidad de oportunidad. Cada vaso medio vacío también está medio lleno: tu trabajo consiste en replantear los problemas y encontrar soluciones creativas. El emprendimiento ofrece la posibilidad de asumir los grandes desafíos de nuestros tiempos, desde el cambio climático y la pobreza hasta la salud física y mental. La magnitud de los problemas es igual al alcance de las oportunidades.
- Adopta una visión a largo plazo. La innovación lleva tiempo. Piensa más allá del próximo trimestre. Considera otorgar a los empleados participaciones accionarias para incorporar una orientación de valor a largo plazo para la innovación sostenible. Las soluciones innovadoras a los grandes problemas no se conseguirán de la noche a la mañana y es importante estar preparados para el largo plazo.
- Reduce las distancias sociales. La jerarquía no ayuda a quienes están en la cima a escuchar a quienes marcan la diferencia. Consulta con la gente y llévalos a todos contigo. Reducir las distancias sociales y empoderar a las personas más cercanas a los clientes es clave para fomentar un ecosistema colaborativo para la innovación y, al mismo tiempo, crear mejores lugares de trabajo.
- Colabora. No sólo internamente sino con socios de la industria, universidades y centros de I+D, y no sólo con las personas sino con la Inteligencia Artificial. No seas el llanero solitario: la innovación es más poderosa cuando todos trabajan juntos. Necesitarás rodearte de personas que tengan habilidades y fortalezas complementarias y que puedan desafiarte cuando sea necesario.
- Desarrolla la resiliencia. Experimenta, falla rápido y aprende de los errores. Ten procesos ágiles que te permitan girar rápidamente a la luz de nuevos aprendizajes. Habrá muchos detractores que te desanimarán en tu camino empresarial. No te desanimes, pero deja que sus críticas sirvan como impulso para una mejora continua.
- Aprende la autoconciencia. Conoce tus límites. ¿Entiendes tus fortalezas y debilidades? ¿Estás aportando conscientemente la mejor versión de ti mismo al trabajo, aprovechando tus puntos fuertes y aportando nuevas capacidades que compensen tus debilidades? El conocimiento de ti mismo te ayudará a saber qué conjuntos de habilidades complementarias necesitas a tu alrededor.
- Predica con el ejemplo. Prioriza la ética en tu toma de decisiones y asegúrate de que todo lo que hagas esté alineado con tus valores. Idealizar un tipo de cultura empresarial basada exclusivamente en el ajetreo es un error. Construir una empresa de éxito a medio y largo plazo es otra cosa.
- Muestra un espíritu de servicio. Ten un propósito más allá de generar buenos retornos y cumplir con los inversores, empleados, proveedores y otros socios comerciales. Hay otras partes interesadas a quienes servir. ¿Cómo puedes servir a las personas, mejorar vidas y hacer del mundo un lugar mejor? Tener ese propósito también hace que sea más fácil capear la inevitable agitación de la vida empresarial.
