En un mundo en constante cambio, donde los avances tecnológicos y los cambios culturales desafían la estabilidad y hacen que nuestro entorno sea cada vez más volátil e incierto, el Design Thinking ha surgido como una metodología innovadora que se está convirtiendo en la fuerza impulsora detrás de la resolución creativa de problemas.
“Se trata de un enfoque revolucionario que se originó en la década de los 60 de la mano del premio Nobel Herbert Simon y que se basa en un proceso de cinco fases: empatizar, definir, idear, prototipar y evaluar”, explica el director del Creative Campus de la Universidad Europea, Luis Calandre, quien asegura que “este enfoque adopta una perspectiva centrada en el usuario, donde la empatía es la clave para comprender las necesidades, deseos y frustraciones de las personas”.
El proceso de Design Thinking no sólo busca resolver problemas, sino también inspirar la creatividad y la innovación. Por este motivo, la fase de ideación, a menudo asociada con sesiones de tormentas de ideas, fomenta la generación espontánea de ideas desde diversas perspectivas, sin preocuparse por la viabilidad inmediata. Estas ideas se materializan en prototipos en la siguiente etapa, lo que se considera el puente entre la imaginación y la realidad. Posteriormente, durante la fase de evaluación se presentan los prototipos a usuarios reales para recopilar feedback sobre su eficacia y valor. “Esto permite a los diseñadores aprender y mejorar continuamente, planteando soluciones en función de las experiencias de los usuarios”, afirma Calandre.
A pesar de las fases, el Design Thinking se realiza de manera no lineal y colaborativa, con la realización de análisis y pruebas en paralelo. Empresas líderes, como Netflix, Airbnb y Uber Eats, utilizan el Design Thinking para adaptar sus servicios a las necesidades cambiantes de los clientes, lo que ha contribuido en gran medida a su éxito. Asimismo, este proceso está cada vez más extendido y gran variedad de industrias lo utilizan.
El Design Thinking fomenta una mentalidad creativa y explora diversas perspectivas. “El proceso de ideación, prototipado, prueba y refinamiento es, en sí mismo, un proceso emocionante y gratificante”, señala el director del Creative Campus. A medida que el mundo se vuelve más complejo e impredecible, el Design Thinking destaca como un enfoque esencial para impulsar la innovación y abordar desafíos en constante evolución.
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