En pocas palabras, un enlace roto es un enlace que no conduce a una página web que funciona. Esto puede deberse a que la página a la dirige el enlace ya no existe o porque la dirección marcada a la hora de enlazar esté mal introducida.
Un enlace se rompe por diferentes motivos, que incluyen:
- La página web de destino se movió a una URL diferente o se eliminó por completo de la página web.
- La URL de la página web de destino se escribió incorrectamente cuando se creó el vínculo.
- El enlace apunta al contenido que se ha movido o eliminado.
- La página web de destino contiene elementos rotos (por ejemplo, HTML, CSS y JavaScript).
- El acceso externo a la página web de destino está restringido, como estar detrás de un firewall, un sistema de seguridad de inicio de sesión o una restricción de geolocalización.
Por qué necesitas reparar enlaces rotos
Tener uno o dos enlaces rotos puede no ser el fin del mundo para tu página web, pero sigue siendo un problema que debes tener en cuenta y solucionar lo antes posible. Hay dos razones principales por las que deberías trabajar en la reparación de enlaces rotos:
- Mala experiencia de usuario: a nadie le gusta hacer clic en un enlace que conduce a un callejón sin salida. La gente hace clic en los enlaces esperando encontrar algo valioso o interesante, no una página que muestre un código de error 404. Si los visitantes de tu página encuentran enlaces rotos, la experiencia deja una mala impresión que puede llevarlos a abandonar la web por completo y no regresar.
- SEO obstaculizado: los enlaces en tu página web contribuyen a tu SEO general, por lo que los enlaces rotos pueden obstaculizar algunos de tus esfuerzos para mejorar tu página web a los ojos de Google y otros motores de búsqueda. Unos pocos enlaces rotos no necesariamente afectarán tu clasificación en las SERP, pero evitan que la equidad del enlace fluya libremente por toda tu página web.
Tomando ambos factores juntos, queda claro que debes tener como prioridad reparar tus enlaces rotos. No quieres que los visitantes abandonen tu sitio por frustración (lo que también aumenta tu tasa de rebote), ni deseas que tu arquitectura de enlaces altamente optimizada se atasque.
Soluciones rápidas para enlaces rotos
Sabiendo lo problemáticos que pueden ser los enlaces rotos, aquí hay algunos pasos simples que puedes seguir para encontrar y solucionar los enlaces rotos que puedas tener en tu página web:
- Utiliza Google Search Console para buscar errores de rastreo en tu página web. Con la cuenta de Google vinculada a tu sitio, puedes detectar fácilmente todos los enlaces rotos y encontrar información detallada que ayudaría a señalar una solución.
- Configura redireccionamientos 301 para los enlaces cuyas URL has cambiado, de modo que los usuarios sean redirigidos a las nuevas páginas cuando hagan clic en un enlace antiguo roto.
- Vuelve a crear o reemplaza el contenido de la página web a la que se supone que conduce el enlace roto. La página puede ser lo suficientemente importante como para que valga la pena esforzarte por tener contenido de calidad nuevamente para que la gente lo vea.
Los enlaces rotos indican a los motores de búsqueda que tu página necesita ser arreglada y hacen que los visitantes busquen lo que necesitan en otro lugar. Si dejas que este problema persista podría hacer que pierdas la confianza del usuario y el tráfico de búsqueda.
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