Es inevitable que cuando tu negocio crece, también crezca tu equipo. Esto supone un cambio de estructura y en los procesos internos de tu empresa. Además, es el momento ideal para reorganizar el organigrama, delegar e implementar herramientas de gestión de proyectos.
El trabajo en equipo es uno de los pilares fundamentales cuando la empresa crece. El compañerismo y el sentimiento de pertenencia es vital y, cuanto mayor sea la cohesión ente los miembros del equipo, mejor trabajarán y mayor será la producción en el día a día.
Las actividades de team building son muy recomendables, sobe todo cuando el grupo de personas que componen el equipo están trabajando juntas por primera vez. Este tipo de prácticas se llevan a cabo con el objetivo de reforzar la comunicación y el trabajo en equipo.
La figura del líder es indispensable, ya que es el responsable de la gestión del equipo. Además, debe mantener la motivación de cada miembro y en su conjunto, y alcanzar los objetivos marcados por la empresa.
A continuación, te ofrecemos 10 consejos para gestionar a tu equipo cuando tu empresa crece.
- Confía en tu equipo: La confianza es algo fundamental para que un equipo funcione correctamente y llegue a cumplir sus objetivos. El importante y necesario que el líder confíe en cada uno de los miembros y sea capaz de poder delegar en ellos. Por lo tanto, confía en las personas que trabajan contigo, en sus capacidades y en su compromiso con la empresa.
- Comparte objetivos: Un equipo trabaja conjuntamente para conseguir unos objetivos marcados, por lo tanto, todos sois responsables de lograrlos. Es necesario que todos los miembros sepan cuál es la meta a alcanzar y el camino a seguir. Dedica reuniones cada cierto tiempo para compartir objetivos, ver la evolución, lo que se va logrando, etc. Es importante que todos los miembros estén al tanto de en qué punto estáis.
- Define el éxito: Alcanzar los objetivos marcados es lo correcto y lo esperado, pero el éxito es ir algo más allá y superarlos. Define con tu equipo qué habría que hacer para superar las cifras esperadas y trabajad con ganas para lograrlas.
- Reparte responsabilidades: Es importante que aprendas a repartir responsabilidades entre los miembros de tu equipo. Deja recaer en alguien la responsabilidad de ejecutar y terminar una tarea. Que tome él mismo las decisiones sin que tú intervengas en el proceso. Es un paso que puede tener cierta dificultad, pero necesario para que el equipo funcione bien.
- Motiva al grupo: Ten presente que un equipo motivado siempre trabajará más y mejor, lo que implica más posibilidades de éxito y la seguridad de permanecer más tiempo en la empresa. En la actualidad, la experiencia del empleado es algo que importa mucho a las empresas. Esto aglutina varias prácticas para crear un buen ambiente dentro de la empresa y que los trabajadores realicen sus funciones en las mejores condiciones.
- Orienta el talento: La proyección y el crecimiento son factores que importan y preocupan mucho a los profesionales. Por lo tanto, establece con tus empleados un plan de crecimiento dentro de la empresa que les permita ver que tienen un futuro dentro de ella. Este aspecto es clave para mantener la motivación y el compromiso con la empresa.
- Ofrece feedback constante, tanto positivo como negativo: El feedback también es fundamental en los equipos de trabajo, tanto a nivel grupal como individual. Es importante que haya un flujo de feedback constante en todas las direcciones. Puede darse a través de reuniones periódicas. Pero, además de ser importante en feedback en sí, igual de importante es saber cómo hacerlo. Siempre ha de ser constructivo e indicar tanto los aspectos positivos como los negativos.
- Gestiona los tiempos: Es obvio que la rentabilidad de un negocio se basa en gran medida en el tiempo que dedica la empresa a cada actividad o tarea que realiza. Cuando el equipo crece, puede darse que, en algunos proyectos, el margen se vea reducido por una mala gestión del tiempo. Para controlar este aspecto, es muy útil utilizar herramientas de gestión de proyectos, donde es posible organizar y controlar las horas dedicadas.
- Delega tareas: Si el negocio está creciendo y, por lo tanto, tu equipo también, es fundamental que sepas delegar. Como responsable de la empresa, no siempre puedes encargarte de todo, por lo que es necesario que cedas algunas responsabilidades. Y aquí volvemos a recordar la importancia de la confianza.
- Lidera con el ejemplo: Como líder, has de ir por delante. Debes ser un ejemplo para tu equipo, ya que si lo haces bien, no dudarán en seguir tus pasos. Fomenta un ambiente de exigencia y compromiso que empiece contigo mismo
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