Internet ha cambiado la comunicación entre marcas y usuarios, pasando de unidireccional a bidireccional. Gracias a esto, hoy en día, existe un diálogo constante entre empresas y consumidores que ayuda, a las primeras, a desarrollar mejores estrategias de marketing, adaptarse a los cambios del mercado o mejorar la experiencia de los clientes.
Para lograr esta nueva comunicación entre marcas y audiencias ha sido clave la recopilación de datos, pues, mediante su análisis, los negocios pueden conocer, entre otras cosas, el resultado de sus acciones, las áreas de mejora y cómo es su audiencia.
Por el momento, las empresas obtienen mucha de esta información a través de las cookies de terceros. Sin embargo, con la desaparición de este tipo de recogida de datos anunciada por Google para 2023, las marcas tendrán que encontrar otra forma de recopilar información.
“Es en este escenario donde aparecen y muestran su valía los zero y first-party data, que son aquellos datos que los clientes proporcionan voluntariamente a las marcas al realizar una compra o adquirir un servicio como, por ejemplo, el nombre, sexo, fecha de nacimiento o dirección, cuando hablamos de first-party data, o al indicar preferencias a la marca de cómo quieren relacionarse con ella, en lo referido al zero-party data.”, explica Antonio Molina, CMO de Qualifio
De este modo, la recopilación de zeroyfirst-party data permite a las empresas hacer frente a la desaparición de las cookies de terceros de una forma honesta con los usuarios y respetuosa con las leyes de protección de datos. Pero éstas no son las únicas ventajas que tiene para las marcas recopilar first-party data:
- Incrementa la fidelización de las audiencias. Gracias a los first-party data, las marcas pueden segmentar mejor a cada cliente y usuario ya que disponen de la información necesaria para agruparlos por sexo, región, edad… De esta forma pueden ofrecer a sus audiencias productos o servicios que encajan mejor con sus demandas, lo que incrementa la fidelización.
- Mejora la experiencia de los clientes. Al conocer mejor a cada cliente se puede ofrecer una experiencia más personalizada, lo que mejorará la imagen y reputación de la marca. Por ejemplo, en base a los first-party data, las marcas pueden mostrar recomendaciones exclusivas para cada usuario, ofrecerles recompensas en base a su actividad o atender sus demandas de forma personalizada.
- Comunicación adaptada a cada perfil. En base a la información recogida con los first-party data las empresas pueden comunicarse con los clientes de una forma que se ajuste a su perfil y preferencias. Además, las empresas pueden contactar con sus audiencias para incentivar la acción, proponiéndoles alguna campaña, contenido, producto o servicio concreto con un intercambio de valor alto para la audiencia como pueden ser descuentos, promociones, regalos o experiencias únicas.
- Incrementa la confianza del usuario en la marca. Los consumidores valoran cada vez más su privacidad por lo que el hecho de que las marcas solo utilicen en sus comunicaciones la información que éstos han dado de forma voluntaria mejora la imagen que tienen éstos de las empresas al mismo tiempo que aseguran el seguimiento de la GDPR y las políticas de privacidad actuales.