Cuando años atrás hablábamos de innovación nos referíamos a esto. Llevamos años estancados en una industria telefónica que no ha aportado grandes novedades al diseño de sus teléfonos hasta que Samsung, hace dos años, sorprendió con el primer Galaxy Fold.
Es realmente revolucionario tener en la mano algo que puede ser smartphone y tablet al mismo tiempo, pero es cierto que estas primeras generaciones sufrieron algunos problemas. Esto es algo normal cuando se dan los primeros pasos en el mercado y es el precio a pagar por ser el primero.
En vez de ser algo negativo, esto le ha servido a la marca para llegar a donde estamos hoy, a la cabeza de la nueva tecnología disruptiva que ha llegado al mercado, no solo para quedarse, sino para sentarse y plantear un futuro de lo más interesante.
El presente más innovador
La tecnología disruptiva se define como innovación tecnológica que deja totalmente obsoletas las que se estaban usando hasta ese momento. Esto se aplica perfectamente a unos plegables que hacen ver a los smartphones “clásicos” como algo anclado en el pasado.
Renovarse o morir es el mantra que deben seguir los principales fabricantes de móviles, hoy muy diferentes a los que dominaban el mercado hace apenas tres años.
Por ello, Samsung ha declarado, por activa y por pasiva, que «el futuro es plegable» y la firma ha optado por no lanzar una nueva versión de su popular dispositivo de pantalla grande Galaxy Note este año, en lugar de anunciar el Galaxy Z Fold3 y Z Flip3 de pantalla flexible.
Esto no quiere decir que el fabricante vaya a renunciar a los móviles clásicos, pero va a mejorar sus móviles plegables y bajar sus precios para llegar a un público más general.
Los nuevos plegables llegan con un mejor diseño, más resistente, con certificación IPX8 contra agua y salpicaduras, la mayor potencia del mercado y una batería de carga ultrarrápida. La compañía es consciente de que el boom de los móviles con pantalla flexible no ha hecho más que empezar y ya trabaja en nuevos y revolucionarios modelos.
En su exposición en la DisplayWeek, celebrada hace unas semanas, Samsung ha revelado múltiples prototipos de pantalla plegable que podrían abrirse camino en futuros productos, y realmente son bastante impresionantes.
El primer concepto mostrado cuenta con un diseño plegable, conocido como un panel OLED plegable en S. Esta pantalla se puede utilizar como parte de un dispositivo de plegado o salida y tiene la capacidad de plegarse dos veces para una mayor versatilidad. Cuando la pantalla está completamente estirada, alcanza un tamaño de 7,2 pulgadas. Sería algo similar al Z Fold3 actualmente disponible, pero con un punto de pliegue adicional.
También hemos visto un panel enrollable que se puede estirar sin plegarse. Esto podría ser útil para eliminar uno de los mayores problemas que enfrentan los usuarios con los teléfonos plegables: la fragilidad en el punto de plegado.
En definitiva todos estos dispositivos potencian la idea con la que nacieron los móviles plegables, la de contar en la mano con un dispositivo que sea tablet y móvil al mismo tiempo, ocupando el menor espacio posible.
En un par de años todos podremos hablar por teléfono y chatear de forma sencilla en la palma de nuestra mano y desplegar el smartphone para disfrutar de nuestros contenidos multimedia, trabajar con varias app al mismo tiempo en pantalla y, en definitiva, disfrutar de un futuro que Samsung ya se está encargando de acercarnos.