Las fricciones en el seno de la empresa son siempre un quebradero de cabeza y un punto delicado de abordar por las distintas personalidades y perfiles implicados en las relaciones.
La mediación empresarial se ha convertido en una herramienta clave para resolver conflictos.
Concepto
Este concepto nació dentro del ámbito jurídico bajo la denominación conflict management. De este modo se incluía en este marco una mejora de la Administración de Justicia, que permite que los problemas organizacionales que desajustan las expectativas y actividad de la empresa se resuelvan sin litigio.
Esta revolucionaria manera de gestión de conflictos se ha convertido en una poderosa arma con gran potencial de desarrollo. Se inició en los años ochenta, de la mano del profesor de Harvard, William Ury, y desde entonces ha derivado en novedosos modelos organizativos denominados ADF o sistemas integrados de gestión de conflictos o controversias (conflict/dispute managmenet systems). Los principales elementos que integran estos modelos, según los investigadores del Gould ADR Research Initiative Standford Law son objetivos, grupos de interés, recursos, éxitos y responsabilidad, además de aprendizaje. No hace mucho también se ha añadido a esta lista el sexto de los componentes, que es contexto y cultura.
Según IDP Journal, en su artículo “La mediación empresarial y el conflicto management”, los estudios que evalúan el nivel de penetración de esta herramienta en Estados Unidos confirman que las empresas más cotizadas prefieren la resolución de conflictos mediante ADR. El paradigma, por tanto, está cambiando porque, a juicio de estas empresas, el arbitraje ahorra tiempo, dinero y protege la confidencialidad y las relaciones comerciales.
La transformación digital
La transformación digital ha supuesto un avance enorme para la eficiencia y transparencia de las empresas, pero también un motivo ya habitual de conflictos respecto a la intromisión que suponen las redes sociales, correos electrónicos, la hiperconectividad y la globalización. Es más, cualquier acción que lleve a cabo un empleado o cliente puede tener una serie de implicaciones legales que afectan a los implicados y ambos desconocen. Además, como complicación añadida, estas relaciones descritas al estar en red ya no son nacionales, sino internacionales.
La posibilidad, por tanto, de que la dimensión de los conflictos se amplifique, es mucho mayor y también el riesgo de las empresas de que se genere una crisis. Por este motivo, y por el peligro que padece la confidencialidad de la empresa ante situaciones de mediación, muchas compañías estadounidenses han optado por integrar departamentos jurídicos propios que los protegen.
¿Por qué deben optar las compañías por la mediación empresarial?
1. Porque las soluciones llegan más rápido
Y porque además tiempo es dinero. La solución es menos costosa para la empresa cuanto menos tarde en resolverse. Llegar a un litigio judicial puede suponer además dilatar un proceso en el que las partes se enconan, mientras que un acuerdo proporciona resultados económicos más estables, útiles y duraderos.
2. Porque evita el desgaste del personal
Un largo proceso conflictivo puede contaminar el clima de la empresa, de un departamento o de los distintos equipos de trabajo en la empresa. Evitemos situaciones de desgaste.
3. Porque es voluntaria y confidencial
Siempre es mejor hacer las cosas por las buenas que enfangarnos en un tedioso y desagradable proceso. Además, con la mediación nos garantizamos que llevaremos el asunto de la manera más discreta posible.
4. Propicia la comunicación y la convivencia pacífica
Las partes implicadas son protagonistas y deciden. Esta sensación de control de la situación y de poder negociar los términos y condiciones de un conflicto fomenta un clima de entendimiento para la empresa en general, donde todos pueden sentirse parte de las decisiones que se toman.
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