Todo el mundo es un poco introvertido y todo el mundo es un poco extrovertido. Y todos podemos trabajar mejor con ambas cualidades.
«No hay tal cosa como un puro introvertido o extrovertido», observó Carl Jung, el psicólogo que popularizó los términos. «Tal persona estaría en el manicomio».
Eso puede ser cierto, pero si trabajas, eres amigo o estás en una relación con alguien en el lado complementario (leer: opuesto) del espectro introvertido-extrovertido, también podemos sentir que pertenecen al manicomio.
Curiosamente, tendemos a contratar a personas que son como nosotros. Entonces, si realmente vamos a relacionarnos con los otros conversos, necesitamos entender su eje de acción.
Versiones Intro y Extro
La introversión y la extroversión no se ajustan a nuestras suposiciones:
- La extroversión es lo expresivo/a que eres.
- La introversión es lo tímido/a que eres.
En su lugar, observa, tu introversión-extroversión depende de dónde obtengas tu energía:
Los introvertidos (o aquellos de nosotros con tendencias introvertidas) tienden a recargarse empleando tiempo solos. Pierden energía al estar cerca de las personas durante largos períodos de tiempo, particularmente grandes multitudes.
Los extrovertidos, por otro lado, obtienen energía de otras personas. Los extrovertidos en realidad descubren que su energía se reduce cuando pasan demasiado tiempo solos. Se recargan por ser sociales.
Sin embargo, la mayoría de nosotros somos las dos cosas a la vez.
Dónde obtienes tu sensibilidad y productividad
Dado que los introvertidos son más sensibles a los estímulos, no necesitan reunir la estimulación con el mismo fervor que los extrovertidos. Demasiados estímulos, especialmente de la variedad social, los dejará sintiéndose agotados de energía y, en última instancia, improductivos.
Administrar tu productividad es realmente una cuestión de administrar tus niveles de energía, por lo que determinar tu orientación de introversión-extroversión presta información específica al arte ambiguo de la recarga.
Introversión, Extroversión y Colaboración
La colaboración, es decir, el tipo de idea floreciente, que engendra la estrategia, surge de un ritmo de trabajo individual y colectivo a la vez.
Para tener una conversación más alfabetizada sobre introversión y extroversión y cómo se relacionan con la colaboración y la productividad, necesitamos saber cómo trabajar mejor con cualquiera de estas posibilidades u opciones.
Del mismo modo, debemos reconocer que todo el mundo tiene tendencias de introversión y extroversión, incluidos nosotros mismos.
Si estamos en el lado introvertido, podemos:
- Darnos espacio: debemos crear un espacio entre las tareas para recargar nuestras baterías sociales.
- Centrar el enfoque: del mismo modo, debemos aprovechar las oportunidades para profundizar en problemas complejos, y devolver las soluciones al equipo.
- Los introvertidos son excelentes para sintonizar con otra persona en una situación de uno a uno, lo que demuestra que los introvertidos pueden tener una inteligencia social muy alta.
Y cuando nos sentimos extrovertidos, podemos:
- Los más extrovertidos anhelan altos niveles de estimulación, así que hay que dejarlos ir tras esos estímulos, incluso si eso significa que sus horarios estén en buena parte ocupados por eso.
- A los extrovertidos les encanta ser sociables, y todavía más les encanta ser validados socialmente. Por eso hay que darles elogios (eso avergonzaría a un introvertido).
- Como Steve Jobs argumentó hace tiempo, cuantas más experiencias hayas tenido, más ideas tendrás que extraer de la vida, catalizando tu creatividad.
