Las Stories de Instagram tienen hasta 400 millones de usuarios activos diarios. Con las personas que pasan más tiempo con ellas, las Historias se están convirtiendo cada vez más en una parte integral de una estrategia de influencia en Instagram.
¿Qué hay de bueno en ellas?
Las historias son geniales para el contenido «de la vida real» en el momento, que no necesita limitarse a la apariencia de la fuente, lo que las convierte en una forma auténtica de comunicarse con el público.
La función de deslizamiento ofrece una valiosa oportunidad para enlazar de inmediato a una página de destino específica de la marca, en lugar de que se requiera de manera contraintuitiva.
¿Cuáles son sus limitaciones?
Cuando se trabaja con terceros como personas influyentes, las marcas deben renunciar a un cierto grado de control y dejar que los influencers hablen a su audiencia de una manera que les resulte natural.
Esto es aún más cierto con las Historias, que a menudo son gratuitas y no están editadas.
Para las marcas que buscan un control total sobre su contenido, las Historias pueden no ser el formato más cómodo de usar.
¿Cómo rastrea el contenido de influencer en Stories?
Debido a la naturaleza técnica de las historias y las restricciones de acceso a datos no públicos, todavía es un proceso bastante manual.
Se confía en la autoinformación del creador del contenido y, a menudo, el creador del contenido deberá enviar capturas de pantalla para que los resultados se puedan consolidar manualmente, calculando métricas como la retención de historias y las tasas de finalización.
¿Deben las marcas utilizar Historias en sus campañas de influencers?
Las historias se están convirtiendo cada vez más en una parte integral de cualquier campaña influyente, en lugar de ser solo un complemento. Por ejemplo, la función ‘deslizar hacia arriba’ exclusiva de Stories presenta una oportunidad más allá de comunicar un mensaje de marca, creando una plataforma de lanzamiento para hacer clic en otras partes de una campaña, como un micrositio o contenido de formato largo, por ejemplo en YouTube.
Las marcas deben evaluar cada campaña caso por caso para garantizar que el mensaje correcto salga en el formato correcto. Sin embargo, el mejor enfoque es a menudo uno integrado.