Una de las consecuencias de la pandemia ha sido la implementación del teletrabajo y un aumento, en muchos cados, de las jornadas laborales. Estamos registrando más tiempo de trabajo pero sin aumentar nuestro rendimiento. Una forma más inteligente de hacer más es buscar formas de aplicar nuestras fortalezas de manera efectiva, además de administrar nuestro tiempo y energía.
Pero, ¿cómo se lleva eso a la práctica? Incluso identificar con precisión nuestras propias fortalezas puede ser un desafío. Como seres humanos, nadie es, por naturaleza, realmente bueno para definirse.
Aquí hay cinco formas de ayudarte a identificar esas fortalezas personales y permitir que te hagan más efectivo en el trabajo.
- Empieza con tus talentos: Una «fortaleza» se define como un desempeño casi perfecto en una actividad determinada. En otras palabras, es algo en lo que eres bueno; es algo por lo que eres conocido. El primer indicador de que tienes el potencial de fortaleza en un área determinada es lo que llamamos «talento». Los talentos se pueden convertir en fortalezas, pero a veces lleva tiempo, entrenamiento, experiencia y otros factores. Y ten en cuenta que tener algunas debilidades no es algo malo. Es más una cuestión de entender cómo funciona tu cerebro y dónde puedes sobresalir. La gente vive una vida mejor cuando se basa en sus fortalezas que cuando se obsesiona con las debilidades.
- Examina tus patrones: Todos tenemos tendencias y pueden ser indicadores de cómo hacemos las cosas. Por lo tanto, si tiendes a ser una persona de todo o nada en tu vida personal, es probable que también lo seas en tu vida profesional. Si tiendes a buscar permiso para embarcarte en un nuevo proyecto, es probable que también necesites permiso antes de continuar en otras áreas de su vida. Una vez que puedas ver patrones en cómo haces las cosas, puedes comenzar a buscar aquellos que pueden maximizarse para tu beneficio y aquellos que te están frenando.
- Busca la superposición: Una vez que tengas una idea de lo que haces bien, observa las formas en que puedes desarrollar ese músculo. ¿Eres un excelente escritor? ¿Deslumbras durante las presentaciones? ¿Eres un crack en organización? Haz una lista de las cosas en las que sobresales y observa dónde sobresale tu trabajo con esas habilidades. Luego, busca formas de delegar las tareas en las que no eres tan experto. Eso no siempre es posible, pero en última instancia, el objetivo es dedicar más tiempo a un trabajo en el que puedas sobresalir y menos tiempo a otros trabajos.
- Involucra a tus líderes: Para comenzar a cambiar tu trabajo para incluir más tus fortalezas, probablemente tendrás que involucrar a los miembros de tu equipo y líderes en tu organización. Se trata de tener una conversación con la gente con la que trabajas sobre lo que pueden obtener de ti y lo que necesitas obtener de ellos. Hay un elemento de entrenamiento que entra en juego. Si tienes la métrica correcta, el marco correcto, la rúbrica correcta o lo que sea que quieras usar, entonces puedes solicitar lo que realmente necesitas para prosperar en el lugar de trabajo y hacer, al mismo tiempo, que la empresa prospere..
- Seguimiento de tus resultados: A medida que comiences a conocer mejor tus fortalezas y te concentres en más trabajo que las refleje, realiza un seguimiento de las medidas de éxito en este esfuerzo. ¿Estás mejorando tu trabajo de la manera que quieres? Por ejemplo, ¿puedes hacer las cosas de manera más eficiente o con menos errores? ¿Estás más satisfecho con tu trabajo? Asegúrate de que el trabajo de tus fortalezas esté dando sus frutos de una manera importante. Luego, sigue invirtiendo en desarrollar tus fortalezas a través de capacitación, grupos de expertos, desarrollo profesional y otras formas.
