Las amenazas evolucionan rápidamente.

Del FOMO al Fast Fashion: así explotan los cibercriminales las tendencias de la Generación Z

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Actualizado 06 | 06 | 2025 10:33

Cibeseguridad Generación Z

Nacidos y criados en un mundo en constante evolución tecnológica, la Generación Z es conocida por su fluidez digital y su influencia en la creación de tendencias. Desde sus primeros años, han estado moldeando y redefiniendo el ecosistema digital, dejando su huella online mucho antes de que si quiera comprendiesen sus riesgos. Pero a medida que navegan en el mundo de la hiperconectividad, las redes sociales y el comercio online, las amenazas evolucionan rápidamente.

Cómo los ciberdelincuentes están transformando los hábitos online de la Generación Z en vectores de ataque

  • El incremento del “Oversharing” y la huella digital 

Para estos jóvenes es muy natural compartir momentos de su vida en internet. Plataformas como Instagram, TikTok y Snapchat están llenas de selfies geoetiquetados, historias personales y novedades diarias. Sin embargo, este envío constante de información crea una gran huella digital que los ciberdelincuentes pueden aprovechar para robar identidades o realizar ataques de ingeniería social.

El “Oversharing” (compartir información en exceso) puede revelar detalles sensibles de forma involuntaria, desde direcciones de domicilio en el fondo de las fotos hasta rutinas que hacen previsibles a los usuarios. Incluso el contenido aparentemente inofensivo, como una foto de una pareja o mascota, puede dar pistas para responder a las preguntas de recuperación de contraseñas.

  • Miedo a perderse algo (FOMO) 

El “Fea rof Missing Out“ (por sus siglas en inglés, FOMO) se refiere a la ansiedad o malestar que surge del miedo a quedarse fuera o a no formar parte de las últimas tendencias o vínculos si no se sigue lo que hacen otras personas en las redes sociales. El FOMO es un potente motor para la Generación Z, alimentado por las novedades en redes sociales sobre nuevos productos, conciertos o eventos.

Ver a amigos asistiendo a eventos, comprando nuevos productos o alcanzando logros, puede llevar a sentimientos de insuficiencia o exclusión. Ya sea un nuevo iPhone, la gira Eras Tour de Taylor Swift o un gran acontecimiento deportivo, el FOMO puede empujar a los usuarios a hacer clic en enlaces no verificados que prometen acceso anticipado u ofertas exclusivas.

Ejemplo de una página de phishing ofreciendo un nuevo iPhone 16 Pro Max

Los ciberdelincuentes se aprovechan de esta urgencia creando esquemas de phishing con titulares llamativos (“clickbait”), dirigiendo a los usuarios a sitios maliciosos que roban credenciales de acceso o distribuyen malware. Entradas falsas para eventos, estafas de preventa y supuesta “información filtrada” son solo algunas de las tácticas utilizadas para manipular este miedo.

  • Nostalgia por la moda Y2K y la cultura de los 2000 

Para la Generación Z, nacida alrededor o después de esa época, la moda Y2K representa una mezcla de nostalgia por una era más simple, anterior al auge digital, y el deseo de reinventar esos estilos con un toque moderno. Plataformas como TikTok e Instagram han amplificado el resurgimiento de la estética Y2K, con influencers recreando looks vintage y compartiendo hallazgos de segunda mano. Hashtags como #Y2Kfashion y #Y2Kaesthetic han acumulado miles de millones de visualizaciones. 

La fascinación de la Gen Z por la cultura de principios de los 2000, desde la estética hasta los juegos de la infancia, ha reavivado el interés por títulos retro como The Sims 2, Barbie FashionDesigner o Bratz Rock Angelz. Aunque estos juegos despiertan nostalgia, la búsqueda de descargas no oficiales a menudo conduce a sitios infestados de malware. Los ciberdelincuentes aprovechan este nicho insertando software malicioso en archivos falsos de juegos. Lo que parece ser un paseo nostálgico puede acabar en dispositivos comprometidos o datos robados.

  • Moda rápida (Fast Fashion)

A la Generación Z le gusta expresarse a través de su ropa, quiere destacar más que encajar y su estilo cambia constantemente — lo que era tendencia hace un mes, hoy ya está fuera. Sus hábitos cambiantes están respaldados por minoristas de moda rápida que ofrecen formas accesibles de renovarse. Por ejemplo, el gigante chino Shein, muy popular entre la Gen Z, añade 6.000 nuevos productos a su web cada día.

Un esquema de phishing que atrae a los usuarios a una trampa creando una sensación de urgencia con un descuento de tiempo limitado.

Para esta generación, la moda rápida no es solo una preferencia de compra, es un estilo de vida. Marcas como Shein, ASOS y Fashion Nova ofrecen precios asequiblesy gratificación instantánea, convirtiéndose en esenciales. Sin embargo, el atractivo de estas marcas tiene un lado oscuro. Sitios de compras falsos, códigos promocionales fraudulentos y anuncios de phishing imitan estas marcas para engañar a los usuarios y hacer que introduzcan sus datos personales. A mayor implicación en el comercio electrónico, mayor es el riesgo de toparse con webs falsas y estafas diseñadas para robar información financiera y personal.

  • “iDisorder”

La Generación Z se enfrenta a un fenómeno llamado “iDisorder”, una condición en la que la capacidad del cerebro para procesar información cambia debido a la sobreexposición a la tecnología. Esta obsesión tecnológica puede provocar trastornos psicológicos, físicos y sociales, incluyendo depresión y ansiedad. Las investigaciones públicas lo respaldan: uno de cada tres jóvenes de entre 18 y 24 años declara haber experimentado síntomas compatibles con estos problemas de salud mental.

Por ello, recurren con frecuencia a herramientas digitales como plataformas de terapia online o aplicaciones para monitorear su salud mental. Sin embargo, estas plataformas almacenan información extremadamente sensible, como estados emocionales, notas de terapia o rutinas del usuario. Si se produce una filtración, estos datos pueden ser utilizados para chantajes o ataques de phishing.

“Las tendencias evolucionan rápidamente, pero las amenazas subyacentes permanecen constantes. Ya sea aprovechando el amor de la Gen Z por las compras online, capitalizando la urgencia generada por el FOMO o apuntando al uso creciente de apps de salud mental, los atacantes convierten los comportamientos populares en oportunidades para estafas y violaciones de datos”, comenta Anna Larkina, experta en privacidad de Kaspersky.


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