El comercio electrónico sigue creciendo a un ritmo imparable, pero persisten varios mitos sobre la seguridad en los pagos online que pueden frenar el desarrollo de los negocios. Según la encuesta «Métodos de pago: la decisión definitiva» de PaynoPain, un 37% de los usuarios en España realiza sus compras online, mientras que un 12% busca productos en internet, pero prefiere comprarlos en tiendas físicas.
A pesar de este crecimiento, aún existe preocupación entre los consumidores: el 61% de los encuestados ha sido víctima de intentos de phishing, lo que refleja la necesidad de mejorar la seguridad digital.
En el marco del Día Internacional de la Seguridad de la Información (30 de noviembre), PaynoPain desmiente cinco falsos mitos que obstaculizan la confianza en el comercio electrónico y pueden poner en riesgo el crecimiento de los negocios.
Mitos sobre la seguridad en los pagos online
- Los métodos de pago tradicionales son más fiables que los nuevos: aunque se cree que los pagos tradicionales, como las tarjetas físicas, son más seguros, los nuevos métodos, como las wallets digitales (Google Pay, Apple Pay), ofrecen una seguridad igual o mayor. Estas plataformas emplean tecnología biométrica y tokenización, lo que evita que los datos sensibles sean expuestos. Además, integran autenticación en dos pasos, añadiendo una capa extra de protección.
- Los pagos online son más propensos al fraude que los físicos: aunque pueden parecer más vulnerables, las plataformas digitales han avanzado significativamente en seguridad. Los protocolos como la autenticación de dos factores (2FA) y el cifrado de datos sensibles reducen considerablemente el peligro. De hecho, las transacciones digitales bien protegidas pueden ser incluso más seguras que los pagos físicos, donde también existen riesgos de robo o clonación de tarjetas.
- Sólo las grandes empresas son objetivo de los ciberataques: creer que los ‘malos’ solo se enfocan en grandes empresas es muy peligroso. En realidad, las pequeñas y medianas son también un objetivo frecuente al disponer de sistemas de seguridad más débiles. Su músculo económico es menor, por lo que la falta de protección avanzada puede convertirlas en presas fáciles. Ningún negocio, independientemente de su tamaño, está libre de peligro.
- La seguridad en los pagos es responsabilidad exclusiva del comercio: aunque los comercios desempeñan un rol importante en la seguridad de las transacciones, no son los únicos responsables. Los proveedores de servicios de pago implementan medidas avanzadas para proteger los datos sensibles. A su vez, los usuarios deben adoptar buenas prácticas, como usar contraseñas seguras y autenticación en dos pasos. La seguridad en los pagos es una responsabilidad compartida entre comercios, proveedores y usuarios, y la colaboración entre todas las partes es clave para minimizar los riesgos y asegurar transacciones seguras.
- Implementar medidas de seguridad avanzadas es caro y complicado: hoy en día, las soluciones de seguridad modernas son más accesibles y sencillas de implementar que nunca. Herramientas como la autenticación multifactor, los sistemas antifraude y la tokenización están disponibles a un coste razonable y son fáciles de integrar. Cualquier empresa puede protegerse sin necesidad de grandes inversiones, independientemente de su tamaño.
“Debemos desmitificar la idea de que los pagos online son más inseguros que los físicos. Las plataformas de pago han evolucionado con tecnologías que permiten niveles de seguridad muy altos. Ahora las transacciones digitales son tan o más seguras que las tradicionales”, sostiene Jordi Nebot, CEO y cofundador de PaynoPain.
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