En España, hoy en día, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales obliga a los empresarios a velar por sus empleados, controlando y reduciendo, en la medida de lo posible, los riesgos para la salud y seguridad de éstos.
Dentro del ámbito de la prevención de riesgos en el trabajo, la ergonomía laboral está cobrando cada vez más importancia.
Según la Asociación Internacional de Ergonomía, “la ergonomía es el conjunto de conocimientos científicos destinados a mejorar el trabajo, y sus sistemas, productos y ambientes para que se adapten a las capacidades y limitaciones físicas y mentales de la persona”. La Asociación Española de Ergonomía (AEE) apunta que “el objetivo es adaptar el trabajo a las principales necesidades del empleado, así como reducir las posibles lesiones que las posturas, los movimientos y las fuerzas puedan ocasionar”.
Hoy en día, gran parte de los trabajadores pasan la mayor parte de su jornada laboral sentados frente a ordenadores, prácticamente sin moverse. Como demuestran diversos estudios de la OMS (Organización Mundial de la Salud), el cuerpo humano no está diseñado para este tipo de esfuerzo y, si le sumamos un entorno de trabajo incómodo, el resultado es muy negativo. Según la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el trabajo, entre un 60 y un 90% de la población sufrirá dolor de espalda en algún momento de su vida por su puesto de trabajo y, entre un 15 y 42% de los afectados lo padecerá de forma habitual.
Cabe mencionar también que los inconvenientes no son un campo exclusivo de los trabajadores, sino que también los empresarios se ven afectados. Las lesiones y problemas derivados de la falta de ergonomía en el trabajo aumentan el absentismo laboral, la desmotivación de los empleados y, por lo tanto, la pérdida de beneficios económicos por parte de la empresa. Es decir, la ergonomía laboral repercute directamente en la productividad.
Cómo implantar la ergonomía laboral
Para que la productividad de tu empresa no se vea mermada por estos problemas que te describimos anteriormente, te dejamos unos consejos para implantar la ergonomía en tu empresa:
- Cambiar de posición. Evita estar en una misma posición durante un tiempo prolongado, ya que esto puede derivar en varios trastornos musculoesqueléticos.
- Ajustar la altura de la mesa de trabajo. Este ajuste asegura que el trabajador realice su labor en una posición equilibrada.
- Dormir bien. Es obvio pero a veces se nos olvida debido al estrés y las preocupaciones diarias. Disminuye la aparición de lesiones y refuerza el sistema inmunológico.
- La ropa es importante. Es recomendable vestir cómodos, con ropa holgada que favorezca la movilidad. Especial mención merece el calzado, que tiene que ser muy cómodo, para aquellos que pasen mucho tiempo de pie.
- Para levantar pesos, una postura adecuada. Se deben transportar los pesos con la espalda recta y flexionando las rodillas al recogerlo o dejarlo en el suelo.
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