La crisis del coronavirus ha cambiado muchas cosas con respecto a la ‘antigua normalidad’. Entre ellas, el auge del teletrabajo y sus consecuencias.
Durante la pandemia, el número de personas que trabajan desde casa en España ha ascendido hasta el 34% y una de las principales consecuencias es que estos trabajadores realizan dos horas extra adicionales de media debido a la dificultad para desconectar.
Este problema derivado del aumento del teletrabajo puede tener consecuencias peligrosas en el verano de este año 2020 para los empleados. En este periodo se multiplican las empresas que ofrecen jornada intensiva para que los trabajadores puedan disfrutar de mayor tiempo libre durante las tardes de buen tiempo. En este sentido, aunque solo el 14%* de los trabajadores españoles cuenta con un horario laboral continuado, según el «I Barómetro del empleo 2019 de Infojobs«, la cifra aumenta a un 67 % en momentos puntuales, como es el periodo estival. Esta jornada continuada puede complicar la organización y, por tanto, alargar la jornada y dificultar la desconexión.
Por si fuera poco, el estudio de Randstad sobre la «Desconexión Digital 2019» señala que el 30% de los españoles no consigue desconectar durante las vacaciones, especialmente porque son incapaces de desvincularse mentalmente de los temas laborales (más del 49 % de los trabajadores no consigue hacerlo). Esta incapacidad puede derivar en una serie de problemas como la dependencia o el conocido como síndrome del Burnout (un estado de agotamiento físico y mental permanente, consecuencia del exceso de trabajo).
Uniendo estos factores, los españoles se enfrentarán este verano a mayores problemas que nunca para desconectar tanto en su tiempo libre tras la jornada laboral, como una vez que comiencen sus vacaciones. Por ello Sodexo, ofrece una serie de recomendaciones para garantizar la desconexión digital durante este verano tan marcado por el teletrabajo:
- Reuniones con horario y duración definidas. Las videollamadas han sido la opción perfecta para mantener a los equipos conectados durante el confinamiento y la “nueva normalidad”. Según datos de la compañía de interconexión DE-CIX, durante las primeras semanas de la crisis se duplicaron los usuarios en el tráfico relativo a videoconferencias en España. El problema es que esto ha incrementado el tiempo dedicado a reuniones, lo que ha contribuido a que los empleados alarguen su jornada para poder avanzar con otras tareas. Para evitar esto, las empresas pueden implementar un horario fijo dedicado a reuniones y/o marcar una duración determinada de éstas. Los empleados, por su parte, deben aprender a decir que no a reuniones que no sean imprescindibles o que no estuviesen programadas.
- Marcar una hora límite para el envío de correos o llamadas. Dar por terminada la jornada de verano puede ser uno de los grandes retos a los que se enfrentan los empleados en la “nueva normalidad”, ya que con los dispositivos móviles al alcance de la mano se está disponible de forma fácil a través de una llamada o email. Es decir, que es sencillo que la jornada no tenga fin. Para facilitar la desconexión, las empresas pueden marcar una hora límite para el envío de correos o realización de llamadas, para que el empleado sepa que trabajar fuera de las horas marcadas será percibido, incluso, como algo negativo.
- Prioridades claras y trabajo ágil. Para que no surjan tareas nuevas o no prioritarias que alarguen innecesariamente la jornada intensiva de verano, los líderes de equipo pueden ser de gran ayuda para guiar y ayudar a los empleados a realizar una correcta organización de sus tareas para que se cumplan a tiempo dentro de la jornada e incluso, antes de irse de vacaciones para dejarlo todo cerrado y que el empleado pueda desconectar y descansar. De esta forma, los plazos de entrega y las prioridades deben estar perfectamente marcadas. Asimismo, es recomendable integrar metodologías como Agile o Lean que permitan optimizar los tiempos de entrega.
- “Cierra” todo antes de irte de vacaciones. La gran clave para conseguir desconectar antes de salir de vacaciones consiste en dejar la menor cantidad de “cabos sueltos” posible. De esta forma, es necesario organizar el trabajo durante las semanas y días previos al comienzo de los días de asueto para cerrar tareas y, también, involucrar a compañeros para que recojan el testigo cuando no estemos. En este sentido, es importante dejar enviado a los líderes de equipo un informe de status detallado con todos los asuntos pendientes y personas de contacto, para que nuestros compañeros retomen tareas sin tener que recurrir a nosotros. Asimismo, es importante que si tenemos algún conflicto laboral tratemos de solucionarlo antes de marcharnos. De lo contrario, tendremos estas preocupaciones en la cabeza y, además, es posible que recibamos mensajes o llamadas no deseadas.
- Apps para el “bienestar digital” durante el tiempo libre. Según el «Informe Digital en 2020» de Hootsuite y We Are Social, pasamos casi seis horas al día conectados a Internet y tenemos acceso a la tecnología en casi todo lo que nos rodea diariamente. De esta forma, los profesionales deben tener muy claro el tiempo que pasan conectados tanto cuando salen del trabajo como, especialmente, cuando se toman unos días de vacaciones. Muchos dispositivos ya cuentan con aplicaciones o funciones que fomentan el descanso y desconexión, aunque también existen numerosas apps que se pueden descargar para garantizar el “bienestar digital” como Unlock Clock, que muestra el número de veces que se ha desbloqueado el teléfono, We Flip, que anima a grupos de personas a poner el móvil boca abajo para evitar distracciones, o Morph, que permite configurar qué apps funcionarán dependiendo de diferentes escenarios, como estando de vacaciones.