La inteligencia emocional se ha convertido en una competencia laboral imprescindible

Claves para construir una inteligencia emocional sólida

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Actualizado 28 | 11 | 2024 07:00

Inteligencia emocional

Han pasado 30 años desde que el psicólogo Daniel Goleman introdujo el concepto de inteligencia emocional. La creencia de que una persona puede aprender a identificar, comprender y manejar las emociones ha demostrado ser extremadamente poderosa, impactando en la forma en que pensamos sobre la inteligencia y la influencia.

A continuación, te mostramos algunas cosas simples que puedes hacer para construir una inteligencia emocional sólida.

  • Abraza la regla del silencio incómodo: Cuando alguien te haga una pregunta profunda o desafiante, no respondas de inmediato. En cambio, sigue la regla del silencio incómodo. Haz una pausa y piensa detenidamente antes de responder. No tengas miedo de pasar 5, 10 o incluso 15 segundos antes de ofrecer una respuesta. Al hacerlo, controlas tus emociones y alivias la presión. Debido a que estás tranquilo y puedes tomarte tu tiempo, puedes pensar las cosas y producir respuestas de mejor calidad.
  • Usa el truco de tres segundos: Hay tres cosas que siempre debes preguntarte antes de decir algo:

– ¿Es necesario decirlo?

– ¿Esto necesita ser dicho por mí?

– ¿Es necesario decirlo ahora?

Solo te llevará unos segundos pasar por este diálogo mental, pero puede evitarte años de arrepentimiento.

  • Intenta controlar tus pensamientos: Es posible que no puedas evitar que una cierta emoción o sentimiento se precipite, pero puedes controlar tu reacción a ese sentimiento, esforzándote por controlar tus pensamientos. Por ejemplo, considera el clima actual. El Covid-19 puede ser causa de muchas emociones negativas. Pero detenerte en esos sentimientos negativos, o desear que las cosas fueran diferentes, no es muy productivo. Por el contrario, si puedes reenfocar tu pensamiento sobre lo que tienes control, puedes aprovechar al máximo una situación difícil.
  • Escucha los comentarios: Nadie quiere ser criticado. Pero es importante darte cuenta de que casi todos los comentarios son valiosos. Esto se debe a que, bien o mal, te da una idea de cómo te perciben los demás. Por supuesto, si alguien te da comentarios negativos, es difícil de aceptar. Es por eso que no debes responder de inmediato. En cambio, date un poco de tiempo, hasta que tengas tus emociones bajo control. Luego, pregúntate cómo los comentarios de la persona pueden ayudarte a mejorar. O cómo pueden ayudarte a comprender mejor a los demás.
  • Haz comentarios constructivos: Dar comentarios, por otro lado, es una historia diferente. Concéntrate en elogios sinceros, ya que esto motivará a las personas a seguir haciendo las cosas que están haciendo bien. Y si hacen algo mal, no te concentres en lo negativo. Más bien, encuadra tus comentarios como constructivos, por ejemplo, compartiendo cómo solías cometer un error similar hasta que alguien te lo señaló. De esta manera, la otra persona te verá como alguien que le está tratando de ayudar, no como un oponente que le intenta dañar.
  • No estar de acuerdo y comprometerte: Habrá momentos en que tú y tu equipo no estéis de acuerdo sobre cómo manejar una situación. Has discutido a fondo los pros y los contras, y nadie quiere ceder. ¿Ahora que? Cuando no estás de acuerdo y te comprometes, reconoces que la única forma de avanzar es que alguien ceda. Pero en lugar de tratar de sabotear la decisión, comprométete de forma sincera y al 100%.  Al participar, comunicas confianza y animas a tu equipo a hacer lo mismo por ti en el futuro.
  • Mostrar empatía: Esto es más fácil decirlo que hacerlo. Pero para mejorar mostrando empatía, resiste el impulso de juzgar la situación de los demás y concéntrate en tus sentimientos.Comienza con escuchar y no interrumpir con una solución propuesta o despedir a la otra persona. Pregúntate: «¿Cuándo fue la última vez que me sentí así? ¿Cómo querría que otros me trataran?». La empatía no equivale a un acuerdo. Más bien, se trata de esforzarte por comprender y relacionarte con la otra persona, y eso conduce a relaciones más fuertes.
  • Pide ayuda: Si te enfrentas a una situación difícil, el orgullo puede dictar que intentes resolver las cosas por tu cuenta. Pero el orgullo puede ser destructivo. Cuando buscas ayuda de otros, demuestras que los valoras a ellos y a sus habilidades. Dices «no puedo hacer esto sin ti» o «prefiero hacer esto contigo». Al darles la oportunidad de ayudar, los haces sentir bien. Y al darles la oportunidad de participar, los conviertes en un socio que invierte en tu éxito.
  • Ayuda a los demás: Del mismo modo, una de las mejores maneras de impactar positivamente en los demás es ofreciéndoles ayuda. No esperes a que te la pidan. Si ves una necesidad, ofrece ayuda. O incluso mejor, simplemente toma medidas. Al mostrar una disposición a implicarte con los demás, generas confianza e inspiración.
  • Discúlpate: ¿Has dicho o hecho algo que desearías poder deshacer? No es fácil pedir perdón, pero hacerlo demuestra humildad y atrae a otros hacia ti. Recuerda también que disculparte no siempre significa que estés equivocado. Simplemente significa valorar tu relación más que tu ego.
  • Sé tú mismo: Puede ser tentador decir cosas que crees que otros quieren escuchar, incluso cuando no las creas al 100%. Pero tomar esta ruta erosiona la confianza. La gente comenzará a ver a través de ti y la confianza es mucho más difícil de recuperar una vez que se ha ido. Así que no tengas miedo de ser tú mismo. Di lo que quieras decir y actúa en consecuencia. No todos lo apreciarán. Pero los que importan sí lo harán.

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