El verano está a la vuelta de la esquina y todo el mundo ha comenzado a pensar ya en sus tan ansiadas vacaciones. Sin embargo, hay un problema: no todo el verano son vacaciones, hay que seguir trabajando una gran parte de los meses de más calor del año. Esta realidad supone un gran choque de realidad para muchas personas que tienen que afrontar la mayor parte de su verano buscando ser productivos, en un periodo en el que apetece más disfrutar y descansar.
La productividad en verano suele decaer con frecuencia debido a la fatiga o astenia veraniega, que se produce principalmente por el aumento de las temperaturas. Este malestar afecta con mayor intensidad a las personas que tienen más dificultades para dormir, algo que es más común en verano. Este calor produce un cansancio constante en muchas personas, y les afecta directamente a su rendimiento, haciendo más difícil aguantar las jornadas de trabajo aunque sean intensivas.
Una forma de aligerar esta sensación tan desagradable y aumentar la productividad durante el verano es la alimentación, ya que hay ciertos alimentos que aumentan la sensación de pesadez cuando hace calor. Con esta problemática en mente, Miguel Navarro, CEO de Salud Feroz, y Ana Montes, Directora Clínica de Salud Feroz, han creado 8 consejos para mejorar la alimentación y la productividad este verano:
- Aumentar el consumo de frutas y verduras. Este tipo de alimentos son ricos en vitaminas, minerales y antioxidantes que son beneficiosos para que cualquier persona pueda tener más energía. Es imprescindible procurar incluir una gran variedad de colores en cada plato para asegurar la obtención de una amplia gama de nutrientes.
- Eliminar el consumo de carbohidratos simples. El consumo de cereales como el trigo, el arroz, la avena, las harinas, pan, pasta, pizzas, empanadas, dulces, refrescos, cervezas o cualquier otro alimento que tenga un alto índice y una alta carga glucémica, desestabilizan enérgicamente. Son sustratos energéticos muy poco eficientes. Inicialmente dan un subidón mientras los comemos, pero después la alta liberación de insulina que se da para regular la glucemia en sangre hace que muchas veces caigamos por debajo de los rangos de normalidad, entrando en cuadros de hipoglucemia, que se representan por sensaciones de mareos, sueño, agotamiento, de necesidad de volver a comer, náuseas, etc.
- No saltarse comidas.Esto puede conducir a una disminución de los niveles de energía. Siempre hay que procurar hacer tres comidas principales al día y, si es necesario, incluir refrigerios saludables como frutos secos, yogur griego o una pieza de fruta durante el día.
- Controlar las porciones. Algo muy importante para no sentirse cansado tras las comidas cuando hace calor son las porciones que se consumen. El exceso de alimentos crea una sensación de pesadez y de poca energía. Lo mejor para evitar el exceso de comida es utilizar platos más pequeños y comer más despacio para que el cuerpo tenga tiempo de registrar la sensación de saciedad.
- Beber suficiente agua. La deshidratación por calor es uno de los motivos que producen esta fatiga veraniega, por esto es tan importante mantenerse siempre bien hidratado. Beber agua regularmente a lo largo del día evita el consumo de bebidas azucaradas o alcohólicas y en general es bueno para la salud.
- Limitar el consumo de alimentos procesados y azúcares refinados. Los alimentos ultra procesados y los azúcares refinados suelen ser bajos en nutrientes y pueden causar picos de energía seguidos de una caída brusca. Lo mejor es tomar alimentos frescos y naturales siempre que sea posible.
- Planificar las comidas. Preparar las comidas con anticipación ayudará a tomar decisiones más saludables y evitará recurrir a opciones menos nutritivas en los picos de hambre. Es preciso intentar incluir una combinación equilibrada de proteínas magras, carbohidratos saludables y grasas saludables en cada comida.
- Disfrutar de las comidas al aire libre. El verano es el momento perfecto para disfrutar de comidas al aire libre. Una buena idea puede ser organizar picnics saludables, barbacoas con opciones nutritivas y aprovechar la variedad de frutas y verduras de temporada.
Cada persona es diferente, así que es importante adaptar estos consejos a las diferentes necesidades individuales. Si hay alguna condición de salud específica, lo más recomendable es consultar con un profesional de la salud o un dietista nutricionista.
Más información
- Cómo relajarse y descansar después del trabajo
- 5 ideas sencillas para alimentarse bien durante la jornada laboral
- Beneficios de andar: uno de los mejores aliados para nuestra salud
- 5 maneras de hacer que tus mañanas sean menos estresantes
- Ergonomía laboral: mejora la salud y la productividad de tus empleados