Si eres un fundador de una startup en etapa inicial, es bastante probable que tengas que llegar a tus primeros clientes sin un presupuesto de marketing real. Esto hace que las comunidades online relacionadas con tu oferta sean una opción obvia para tus esfuerzos de marketing.
Desafortunadamente, no serías la única startup en el mundo que está tratando de hacer crecer su camino hacia el éxito conectando su oferta y contenido en grupos de Facebook. Esto ha llevado a las comunidades online a desarrollar una respuesta inmune muy fuerte a la autopromoción.
En la mayoría de los grupos, la autopromoción explícita está prohibida, y los moderadores estarán encantados de eliminar tus publicaciones o incluso prohibirte para proteger a la comunidad de la inundación de contenido promocional y spam.
Además, incluso si superas la primera línea de defensa, es probable que los miembros de la comunidad rechacen el contenido promocional explícito: las personas no interactuarán o utilizarán mecanismos de interacción negativa siempre que sea posible (informar, votar negativamente, etc.), lo que daría como resultado que menos personas vean tu propuesta.
La incómoda verdad es que no hay una solución fácil para este problema. Sea cual sea tu enfoque, debes proporcionar un valor real a la comunidad para obtener el efecto deseado: ojos interesados en tu oferta.
En términos generales, existen dos enfoques del problema:
Conviértete en un miembro valioso de la comunidad
El enfoque sencillo es convertirte en miembro de la comunidad y proporcionar valor no comercial con regularidad. Si participas, proporcionas información y opiniones, llegas a la gente y tratas de ser útil, entonces es bastante probable que las personas más activas de la comunidad te recuerden.
Una vez que lo hagan, será mucho más probable que reaccionen positivamente a tus esfuerzos por compartir tu oferta: te verán como un informante, lo que marca una gran diferencia.
Por supuesto, este es un enfoque muy costoso y debes considerar cuidadosamente si tiene sentido. Perder el tiempo interactuando con una comunidad durante meses solo para poder publicar sobre tu proyecto una vez es un desperdicio.
Este enfoque solo tiene sentido si la comunidad está muy cerca de tu mercado objetivo. Si es así, la participación traería otros beneficios: estarías más cerca de tus clientes, lo que te ayudaría a conocerlos mejor. Además, estarías al día con las últimas tendencias, lo que te ayudaría a refinar no solo tu oferta, sino también tu estrategia de marketing.
Haz de la autopromoción un efecto de segundo orden
Si convertirte en miembro de la comunidad es una mala idea según un análisis de coste-beneficio, esto significa que debes ser creativo en la forma en que te promocionas.
Dado que la autopromoción descarada es lo que desencadena todas las defensas, sea cual sea tu enfoque creativo, tu estrategia general sería crear publicaciones en las que lograr que las personas se interesen en tu proyecto sea el efecto secundario de tu mensaje, en lugar de la razón principal de tu publicación.
Un ejemplo típico es compartir contenido informativo de tu blog. El tema del contenido debe ser uno que proporcione valor a tu público objetivo (y a las comunidades en las que deseas publicarlo). Puedes incluir referencias a tu propio proyecto y experiencia profesional en el contenido, pero no debe ser el enfoque principal de tu publicación. De esta manera, incluso si la comunidad no te permite publicar un enlace a tu blog, sino que requiere que pegues el texto, los lectores se darán cuenta de tu oferta.
En conclusión, si deseas utilizar comunidades online para impulsar tu producto de inicio, no envíes spam. En cambio, participa de una manera que cree valor para la comunidad y piensa en tu autopromoción como un efecto de segundo orden.
