En la era del teletrabajo, los dispositivos conectados y las plataformas colaborativas, la seguridad en internet ya no es solo una cuestión de firewalls corporativos. Cada empleado, desde su portátil o móvil, se ha convertido en una puerta de entrada potencial para ciberataques. La ciberseguridad ya no es un asunto exclusivo del departamento de IT, sino una responsabilidad compartida donde la primera línea de defensa está en las decisiones cotidianas de quienes usan la red.
Phishing, malware, ransomware, robo de credenciales, suplantación de identidad. Las amenazas digitales evolucionan a diario, y muchas de ellas se activan por un simple clic en el lugar equivocado. Por eso, formar a los empleados en navegación segura no es un lujo, es una necesidad urgente. A continuación, repasamos los principios clave para navegar de forma segura como profesional en un entorno cada vez más digital.
Cómo navegar de forma segura en internet desde tu puesto de trabajo
- Cuidado con los enlaces. Los correos electrónicos y mensajes con enlaces sospechosos siguen siendo la vía más común para ataques de phishing. Ante la duda, no hagas clic. Verifica siempre el remitente, revisa si la dirección web es legítima y, si algo parece fuera de lugar, pregunta antes de actuar. Muchos ciberataques se evitan simplemente no haciendo clic con prisa.
- Contraseñas seguras y autenticación en dos pasos. Usar la misma contraseña en todos los servicios es como cerrar tu casa con una llave de juguete. Cada cuenta debe tener su propia clave robusta, combinando letras, números y símbolos. Además, siempre que sea posible, activa la autenticación en dos factores. Este simple paso reduce drásticamente el riesgo de acceso no autorizado.
- Redes públicas, solo con precaución. Conectarse al wifi de una cafetería o aeropuerto puede ser cómodo, pero también arriesgado. Si necesitas hacerlo, evita realizar operaciones sensibles como acceder al correo corporativo o plataformas internas sin una VPN. Esta red privada virtual cifra tu conexión y protege tus datos de miradas ajenas.
- Evita instalar software sin permiso. No descargues programas, extensiones o aplicaciones que no estén autorizados por la empresa. Aunque parezcan inofensivos, muchos de estos elementos pueden contener spyware o vulnerabilidades. Si necesitas una herramienta nueva, consulta siempre con el área de sistemas antes de instalarla.
- Mantén tus dispositivos actualizados. Los sistemas operativos, navegadores y aplicaciones lanzan actualizaciones que muchas veces corrigen fallos de seguridad críticos. Ignorar esas actualizaciones es dejar una puerta abierta a los atacantes. Activa las actualizaciones automáticas siempre que sea posible o revísalas periódicamente.
- Desconfía de lo que parece urgente. Uno de los trucos más usados por los ciberdelincuentes es generar urgencia: «Tu cuenta será bloqueada», «Hay un problema con tu factura», «Responde antes de 24 horas». Esta presión busca que actúes sin pensar. Mantén la calma y verifica siempre por canales oficiales.
- Cierra sesión y bloquea tu equipo. Si trabajas en espacios compartidos o incluso desde casa, recuerda cerrar sesión en tus cuentas al terminar la jornada. También bloquea tu equipo cuando te alejes de él, aunque sea por unos minutos. Un descuido puede exponer información sensible sin necesidad de un ataque sofisticado.
- Usa solo canales corporativos para el trabajo. Enviar archivos o información sensible por plataformas personales o apps de mensajería no autorizadas es una mala práctica. Puede parecer más rápido, pero implica riesgos de seguridad y pérdida de trazabilidad. Respeta siempre los canales establecidos por tu organización.
- Fórmate y mantente informado. Las amenazas cambian constantemente, y estar actualizado es parte de tu defensa. Muchas empresas ofrecen formaciones periódicas sobre ciberseguridad. Participar activamente en estas sesiones te permitirá identificar amenazas antes de que sea tarde.
- La ciberseguridad empieza en ti. La tecnología puede blindar muchos aspectos de la empresa, pero el eslabón más fuerte —o más débil— siempre será el factor humano. Navegar seguro no requiere ser experto, solo tener criterio, sentido común y hábitos responsables. En un entorno donde todo está conectado, tu clic puede marcar la diferencia entre la tranquilidad y una crisis.
La próxima vez que te conectes, recuerda que proteger los datos de tu empresa también depende de ti. Porque en internet, la confianza no se asume. Se construye. Y se protege.