Hay algunas tendencias comunes entre las personas que parecen felices, exitosas y realizadas, y una de ellas es que muchas de estas personas han aprendido a adoptar una mentalidad de crecimiento. Todos nos enfrentaremos a desafíos y reveses en nuestras carreras y en nuestras vidas, pero es la forma en que respondemos a estas situaciones lo que marca la diferencia.
Nuestra forma de pensar puede dictar si damos pasos en la dirección equivocada después de una dificultad o si utilizamos los obstáculos y giros inesperados como peldaños para llegar a donde aspiramos estar. Desafortunadamente, tener una mentalidad de crecimiento no siempre es algo natural. Puede requerir esfuerzo e intención comenzar a abordar las situaciones de una manera nueva.
Independientemente de en qué etapa de tu viaje te encuentres actualmente, hay ciertos pasos que puedes seguir para comenzar a desarrollar una mentalidad de crecimiento que aumente tu felicidad y éxito. Te hablamos de ellos a continuación.
Cómo desarrollar una mentalidad de crecimiento
- Adopta la regla de “no hay excusas»
Si te tomas un momento para reflexionar sobre las áreas de tu trabajo y de tu vida en las que te sientes frustrado o estancado, es posible que llegue a tu conciencia una verdad reveladora.
A menudo, sin querer, luchamos para mantenernos estancados. Ponemos excusas y nos centramos en todas las razones por las que deberíamos quedarnos exactamente en la misma situación con la que no estamos contentos; desde luchar por tomarnos un tiempo para nosotros mismos y justificarlo diciendo «Simplemente no tengo tiempo», hasta estar molestos con una parte de nuestro trabajo y quejarnos de ello en lugar de hacer ajustes que podrían ayudarnos a tener una experiencia más positiva.
Adoptar la regla de “no hay excusas» significa que eliges poner tu energía y concentrarte en encontrar soluciones en lugar de defender involuntariamente todas las razones por las que deberías quedarte estancado en el problema. Cuando adoptas esta regla, estás dando un paso para recuperar el control sobre tu felicidad, bienestar y éxito en tu trabajo y en tu vida.
- Acepta el cambio
No hay duda al respecto. El cambio puede dar miedo. A nuestro cerebro le gusta cuando las cosas son predecibles y esperadas. Nuestras mentes intentarán convencernos de que continuar con un patrón inútil tiene sentido porque nos resulta familiar y requiere menos energía. Salir del piloto automático requiere conciencia e intención.
Ver los reveses y los desafíos como oportunidades de cambio, crecimiento e innovación requiere esfuerzo, pero las recompensas son enormes. El uso de técnicas como el reencuadre puede ayudarte a cambiar tu perspectiva hacia un lugar más productivo en áreas en las que te sientes estancado. Si eres alguien que suela decir: «Esto es demasiado difícil», al replantearlo, es posible que te preguntes: «¿Cómo puedo abordar esto de una manera nueva?».
- Concéntrate en mejorar, no en ser perfecto
Una forma segura de evitar adoptar una mentalidad de crecimiento es pensar que es necesario ser perfecto. Cuando pruebes cosas nuevas y salgas de tu zona de confort, habrá una curva de aprendizaje. Cuando dejes de intentar ser perfecto, estarás más abierto a recibir retroalimentación, que es un componente crucial para saber qué funciona y qué no. Entonces es cuando desarrollarás la autocompasión. Deja de esforzarte por alcanzar la perfección y, en cambio, concéntrate en hacer lo mejor que puedas mientras te adaptas a medida que aprendes y creces a lo largo del camino.