Navegar por Internet es todo un hábito. Sin embargo, implica una serie de riesgos que conviene tener en cuenta para que un usuario no se termine convirtiendo en una víctima. Las estafas online son cada vez más habituales y han sufrido un crecimiento exponencial -más de un 450%- en los últimos cinco años, tal como apunta el Ministerio del Interior.
El aumento de estos episodios indeseados es consecuencia directa del hecho de que los usuarios se hayan acostumbrado a adquirir productos o servicios desde casa. Según los datos de la encuesta “Nuevos hábitos en métodos de pago en España” de PaynoPain, el 82% de los españoles se decanta por esta vía para realizar sus compras online.
A la hora de velar por la seguridad de sus compras, la práctica más empleada por los españoles es la doble autenticación (48%). Sin embargo, tres de cada diez reconocen que no han implementado medidas de protección cuando compran en la Red. Por ello, conceptos como smishing, phishingy otras prácticas fraudulentas online se han normalizado y son cada vez más frecuentes.
Según el Ministerio, en 2021 se registraron 305.000 delitos online en España. De ellos, el fraude informático representó el 87% -267.011 casos-.
Errores que suelen cometer los usuarios al comprar por Internet
- Exceso de confianza: muchas veces los internautas pecan de inocentes y no se paran a mirar la página web en la que están comprando o los enlaces en los que pinchan. Esto les puede llevar a caer en ciberataques de diferentes tipos. Para evitarlo, hay que cerciorarse en todo momento de que la web es segura. Para ello, sólo tiene que comprobar que existe un candado junto a la URL e identificar el protocolo HTTPS, siempre con una “S” al final, para asegurarse de que la propia página cumple con todos los estándares de protección.
- Hacer caso omiso a las reseñas: en muchas ocasiones, los usuarios no consultan las opiniones de otros clientes antes de lanzarse a realizar una compra. Es más que recomendable apoyarse en estas e identificar los datos de contacto del comercio -dirección de correo electrónico o teléfono-.
- No revisar condiciones: la mayoría de las personas acepta las condiciones de muchos servicios sin leerlas y eso es un gran error. Es imprescindible leer con calma toda la información antes de aceptar las condiciones de compra. De esta forma, se protegerán sus datos -número de teléfono, dirección de correo electrónico y cuenta bancaria, entre otros- y evitarán riesgos no deseados.
- Tomar riesgos a la hora de pagar: antes de dar el visto bueno a una compra, se debe comprobar que el negocio ofrece una pasarela de pagos segura que cumpla con la Directiva Europea de Servicios de Pago. Estos sistemas deben verificar la identidad del usuario a través de dos métodos -como mínimo-: cualquier método de doble autentificación, un mensaje al teléfono móvil, una contraseña o una huella digital o Face ID son algunos ejemplos.
- Contraseñas no seguras: algunos usuarios reciclan claves, emplean frases hechas, apuntan el pin o, directamente, lo comparten. Por razones de protección, es aconsejable construir una contraseña robusta y diferente para cada página web y renovarlas de manera periódica. Esta debe contener al menos 15 caracteres, combinar letras mayúsculas, minúsculas, números y símbolos y debe evitarse la inclusión de datos como el nombre de pila o la fecha de nacimiento.
“Las estafas online están a la orden del día. Cada vez los ciberdelincuentes cuentan con más herramientas como la Inteligencia Artificial, que puede emplearse con un efecto malicioso. Por eso, es más importante que nunca vigilar el comportamiento a la hora de comprar por Internet. Y es que muchos usuarios aceptan las condiciones de compra sin revisarlas lo suficiente y se dan cuenta cuando ya es demasiado tarde”, sostiene Jordi Nebot, CEO y Cofundador de PaynoPain.