El diseño para el reciclaje es la creación de un envase o producto priorizando su circularidad, utilizando así materiales reciclados en sus procesos de producción y, además, priorizando criterios en su fabricación que faciliten un reciclado eficiente y efectivo tras su uso.
Cómo diseñar un envase para el reciclaje
Existen una serie de consejos básicos en el diseño de envases para el reciclaje que permitirán que el envase se recicle con más facilidad.
Componentes y tamaño
Si el envase se compone de varias partes es interesante que se puedan separar con facilidad. Si tomamos como ejemplo una botella: el tapón, la etiqueta y el envase deben ser extraíbles de una forma sencilla.
También es importante que cada una de estas partes se componga de materiales compatibles entre sí, como, por ejemplo, el plástico polipropileno (PP) y los plásticos PET. Por lo tanto, un diseño para el reciclaje trataría de emplear ambos elementos si necesita utilizar varios plásticos para un mismo envase.
Según el Decálogo para diseñar envases fáciles de reciclar, publicado por Ecoembes, los envases de plástico, metal y briks no deben tener un diámetro superior a los 30cm. Mientras que los de papel y cartón no deberían superar la medida 1m x 13cm. Si -por cualquier motivo o necesidad- deben tener dimensiones mayores, sería recomendable que fueran plegables.
El color de los envases
Otra cuestión importante en el diseño para el reciclaje es el color. Se recomienda no utilizar tonos oscuros en los productos, porque dificulta su clasificación. De hecho, sería mejor aún no colorear los envases, porque tienen menos aplicaciones tras su reciclado, tal y como recoge el apartado siete del decálogo de Ecoembes.
Ese mismo punto del documento establece que es preferible que los envases de plástico PET permitan el paso de la luz. Los opacos tienen también menos aplicaciones finales, con lo que se dificulta su circularidad.
En el caso de tener que utilizar tintas, estas deben estar fuera del Listado de Exclusión de Tintas para Imprimir, de la Asociación Europea de Tintas, porque se contamina el material a reciclar, y se limitan usos posteriores, tal y como recoge el punto 8 del documento de Ecoembes.
Etiquetas y adhesivos
Es recomendable que las etiquetas no ocupen más de 2/3 del envase, tal como informa Ecoembes en su Decálogo, ya que en las plantas automatizadas con sistemas de separación óptica se clasifican los envases de plástico según el material. Así, si este no es visible en más de un 33% es clasificado por el material de la etiqueta. Si por algún motivo el tamaño debe ser mayor, ambos deben ser del mismo material, o bien, que la etiqueta tenga diferente densidad para que, en el proceso de reciclaje, se separen los materiales.
Respecto a los adhesivos, el Decálogo recomienda que sean solubles en agua a 85ºC. El uso de silicona también se desaconseja en un diseño para el reciclado, pues limita el material para ciertos usos.
Materiales de diferente densidad
En el diseño para el reciclaje es fundamental tener en cuenta la densidad si se utilizan diversos materiales para fabricar un envase o producto.
En el proceso de reciclado mecánico se ejecuta la separación mediante flotación, por lo que se debe fomentar el uso de elementos con densidades diferentes al del cuerpo principal, para facilitar su clasificación.
El ecodiseño de envases en la pyme española
Las empresas tienen la obligación legal de trabajar en prevención de residuos. A través de los Planes Empresariales de Prevención y desde 1999, Ecoembes colabora con ellas para avanzar conjuntamente hacia una economía circular. Tanto es así que, en estos 20 años, se han desarrollado 54.546 medidas de ecodiseño enmarcadas en los siete planes empresariales de prevención que, con carácter trienal, definen los objetivos y estrategias de ecodiseño de cerca de 2.200 empresas.
Según el último Plan Empresarial, que comprende los años de 2018 a 2020, cerca de 2.200 compañías, el 52% de ellas pymes, implantaron un total de 9.380 medidas de ecodiseño. Las medidas de reducción de peso o eliminación de materiales en los envases son las más frecuentes, ya que suman, prácticamente, la mitad de las medidas de ecodiseño implementadas en estos años.