La formación se ha convertido en un pilar fundamental en todas las estrategias de las empresas decididas a captar y retener el talento de sus empleados, que a su vez le otorgan una gran importancia.
De hecho, la formación es el beneficio más utilizado por los millennials, presente en el 59% de los planes de retribución flexible de esta generación, nacida entre 1981 y 1997, según el estudio El Mix generacional en las empresas españolas, elaborado por Sodexo. Esta importancia de la formación en planes de retribución flexible de los millennials responde, también, a la realidad de que son la generación con mayor cantidad de estudios superiores de máster y posgrado (40%).
Tal es la importancia de la formación para los millennials, que el 89% de las empresas, conscientes de ello, está trabajando activamente para ofrecerles oportunidades de progresión y aprendizaje. Así se concluye en el segundo estudio desarrollado por Sodexo, Los 7 grandes retos del mix generacional en las empresas españolas. Esta necesidad de formación también se entiende si tenemos en cuenta que el mercado laboral actual dista mucho del de hace apenas unos años, y de hecho las profesiones con mayor proyección han surgido muy recientemente, por lo que las nuevas generaciones necesitan estar en un proceso continuo de formación para poder seguir dando respuesta a las nuevas exigencias de la sociedad.
De este mismo estudio se desprende la importancia que posee la formación a la hora de incorporar a los más jóvenes de la Generación Z (a partir de 1998) al mercado laboral. De hecho, el 56% de las empresas están invirtiendo en formación y becas específicas para ayudar a los más jóvenes a insertarse correctamente en el mercado laboral. Se trata de una generación que ha terminado su educación universitaria hace muy poco y, por tanto, siempre valorarán que se complemente sus conocimientos desde la empresa con otros programas de formación que les permita un mejor desarrollo en sus primeras experiencias laborales.
Si bien en el caso de los baby boomers (nacidos entre 1946 y 1964) y la generación X (1965 y 1980) el beneficio más común es el seguro de salud o vida, 66% y 58% respectivamente, la formación se posiciona en segundo lugar con una penetración de más del 50% en ambos casos. De hecho, de cara a mantener la progresión laboral de ambas generaciones para garantizar su integración en el mercado laboral, el 69% de las empresas está apostando por ofrecerles programas de formación más orientados a la adquisición de nuevas habilidades que hayan ido surgiendo en los diferentes sectores.
De esta forma, el talento más senior adquiere estas nuevas habilidades que en muchos casos son innatas en las nuevas generaciones, como las tecnológicas, mientras que los más jóvenes se forman en materias que les servirán para una mayor progresión profesional. De ahí la importancia de que las empresas ofrezcan mucha flexibilidad a la hora de diseñar sus planes de formación, ya que varían mucho en función de las necesidades de cada persona.
La formación, cada vez más, va ganando terreno entre las nuevas generaciones, que son conscientes de su importancia como herramienta de progreso profesional. De hecho, debemos tener en cuenta que cada nueva generación está más formada que las anteriores. Por ello, es primordial que las empresas integren esta tendencia en sus estrategias de RRHH, porque solo respondiendo a las necesidades reales de los empleados lograrán fidelizar su talento, en un momento en el que escasean los perfiles especializados para cubrir determinados puestos.
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