La realidad virtual (VR) se afianza en la industria tecnológica y, según datos de Statista, ya supone el 75% de la facturación general del sector de los videojuegos. Además, el portal de estadística estima que esta tecnología representará el 95% de la facturación del mercado de los videojuegos en 2025.
En la misma línea, según las predicciones de Futuresource Consulting, la industria de la realidad virtual podría superar los 98 millones de ventas en 2023.
Sin embargo, el uso de esta tecnología se está diversificando y ha cruzado la barrera del mundo gamer para tratar de consolidarse como una tecnología útil en la vida cotidiana de las personas. Y es que, aunque la realidad virtual todavía no está presente en nuestro día a día, ya hay grandes marcas de la industria que están desarrollando dispositivos orientados a un uso cotidiano.
Pero, ¿cómo podemos integrar la realidad virtual en nuestras vidas? ANOVO apunta cuáles serán las áreas en las que la VR puede aportar múltiples beneficios:
Realidad virtual en educación y simulación para formaciones prácticas
Las experiencias digitales e interactivas potencian la efectividad del aprendizaje. En este sentido, la realidad virtual ofrece una experiencia educativa totalmente inmersiva que repercute en unos mejores resultados. Así pues, es recomendable que las familias y los centros educativos conciban el uso de la realidad virtual como una herramienta de aprendizaje innovadora y eficiente.
En el mismo sentido, la VR también puede ser muy útil como herramienta de simulación en las formaciones prácticas. Por ejemplo, la formación en el ámbito médico o los cursos de prevención de riesgos laborales son algunos ejemplos de enseñanzas prácticas en las que la realidad virtual puede aportar grandes beneficios.
Realidad virtual en experiencia de cliente
La realidad virtual permite ofrecer un mejor servicio al cliente en sectores tan dispares como el retail de moda o la industria de la distribución alimentaria. Por ejemplo, gracias a esta tecnología es posible visualizar cómo sienta una prenda sin necesidad de pasar por el probador o realizar la compra online paseando por una demo virtual del supermercado físico. Además, en el ámbito del ecommerce gracias al uso de la VR es posible que los usuarios conozcan mejor los atributos del producto que desean adquirir.
Realidad virtual en el sector de la cultura
Aunque, aparentemente, la industria cinematográfica es la que puede estar más vinculada al mundo de la realidad virtual, esta tecnología resulta útil para potenciar nuevos formatos en el ámbito cultural. Un claro ejemplo es el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid, que se puede visitar a través de unas gafas de VR que simulan a la perfección todas las salas de exposición disponibles.
Realidad virtual en el sector de los eventos
Otra de las oportunidades que abre el mercado virtual es el de la simulación de espacios, que permite vivir una experiencia “presencial” e inmersiva de un evento celebrado en cualquier lugar del mundo. En este sentido, uno de los sectores que ha pisado el acelerador en la integración de la VR es el baloncesto, ya que la NBA está impulsando la retransmisión de partidos a través de este formato.
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