La nueva factura eléctrica, que ha entrado en vigor desde el 1 de junio y que distingue su consumo por tramos horarios, ha modificado ya muchos de los hábitos de los usuarios para hacer frente a su coste, más ahora que el uso de aparatos eléctricos aumenta, como son los aires acondicionados o los ventiladores.
Con el fin de utilizar la electricidad de forma más consciente y ayudar a reducir el precio del recibo, TÜV Rheinland enumera los consejos más efectivos para ahorrar y que van más allá de centrar el consumo a los nuevos periodos llanos y valle:
- Mejorar la iluminación en casa: lo más recomendable es optar por bombillas LED en lámparas o focos, entre otros, ya que son un 90% más eficientes y su frecuencia de cambio se reduce considerablemente respecto a las bombillas incandescentes.
- Automatización en zonas de paso: instalar detectores de presencia en vestíbulos, garajes o zonas comunes para que las luces se enciendan y apaguen de manera automática garantiza un uso más eficaz de la electricidad, alumbrando únicamente cuando se necesita.
- Reducir el uso: cuando no usemos un determinado aparato eléctrico, es recomendable apagarlo para disminuir su consumo energético, prolongando al mismo tiempo su vida útil. Un buen ejemplo es desenchufar el cargador del móvil si ya no está cumpliendo su función.
- Renovar equipos: en el momento de renovar los electrodomésticos, lo aconsejable es comprar aquellos que tengan la etiqueta con eficiencia energética A+++. Estos presentan un consumo de energía un inferior 25% inferior.
- Aprovecha la luz solar en nuestro día a día: hacer un mayor uso de la luz del sol en nuestras actividades diarias reducirá, notablemente, el consumo eléctrico, evitando el uso irracional de la luz artificial. Introducir más espejos en casa, cortinas claras o colores claros en las paredes ayudarán a obtener una mayor sensación de luminosidad.
- Disponer de un buen aislamiento: elementos como ventanas, fachadas, tejados o aislamientos térmicos ayudan a mantener el calor y el frío durante los meses con temperaturas más extremas. Esta actuación puede hacerte ahorrar hasta un 60% en tu consumo de calefacción.
- Vigilar la temperatura de los frigoríficos: consumen alrededor de un 30% de la electricidad de los hogares. Por ello, es importante regular correctamente su temperatura (5ºC en la nevera y -18ºC en el congelador).
- Mantener en buen estado los aparatos: aunque se desconoce el papel tan importante que cumple este factor en la factura de la luz, limpiar los filtros o la suciedad incrustada de los aparatos eléctricos contribuye al ahorro energético, ya que asegura su correcto funcionamiento y evita sobrecargas en los equipos.
- Apagar completamente los dispositivos electrónicos: de acuerdo a la CNMC, evitar el encendido de todos los aparatos a la vez podría inducir un ahorro de entre 200 y 300 euros anuales para un consumidor con alto equipamiento eléctrico, en hora punta. Por ello, es recomendable desconectar la televisión, el ordenador y otros electrodomésticos al terminar su uso, evitando dejarlos en standby.
- Revisar la tarifa de la luz: existen numerosos proveedores con prestaciones muy atractivas. Por eso, comparar precios entre compañías y reducir la potencia contratada cuando sea posible puede ayudar a obtener un ahorro económico.