Los consumidores dan mucha importancia a la imagen que la empresa ofrece en sus productos y servicios, incluso más que a la percepción de los productos y servicios en sí mismos. De hecho, la reputación sea tal vez el mayor activo en el mundo de los negocios.
De ahí que cuidar de ella es primordial y que haya ciertas cosas que se pueden y deben hacer para mejorar la reputación de tu empresa o negocio.
La gestión de la reputación de tu empresa debe planificarse e implementarse cuidadosamente y debe ser una parte clave de tu estrategia de ventas y marketing.
Hazlo mal y todo ese trabajo duro se puede perder en un momento. Haz las cosas bien y te unirás a todas esas compañías que te vienen a la mente cuando piensas en quién tiene una presencia positiva en su correspondiente mercado.
Aquí hay seis consejos para mejorar la reputación de tu empresa o negocio:
Conviértete en un líder del mercado
¿Por qué respetamos algunas marcas y somos ambivalentes con respecto a otras? La trayectoria positiva y la experiencia del usuario están a la altura de la conciencia de marca y al éxito percibido, pero también se trata de cómo la marca se comunica con el mercado.
Posicionarse como un opinador o pensador del mercado puede generar la sensación de que eres el «líder» del mercado, o al menos, el «motor» del mismo. Administrar activamente una reputación, para contribuir a los debates y ayudar a definir el mercado, aumentará tu reputación al respecto.
Que tus clientes digan cosas buenas
Parece que volvemos a los conceptos básicos de marketing, pero es simplemente asombroso cuántas empresas se pierden el truco de conseguir que otras marcas con buena reputación digan cosas muy buenas sobre ellas.
Además, la mayoría de los clientes participarán voluntariamente en la gestión de tu reputación, pues a la gente todavía le gusta hacer negocios con personas que tienen una reputación positiva.
Los clientes que acaban de decir que sí a tu última oferta están preparados para decir cosas buenas sobre ti. Pero no esperes a que surjan tras las transacciones, hay que conseguir esas buenas opiniones y valoraciones desde el principio.
Admite tus deficiencias y anticipa los problemas
Si realmente te has equivocado, entonces sería un buen momento para admitir tus fallos, disculparte y limitar cualquier daño con comentarios positivos, pero conciliatorios.
Si no has cometido un error y es claramente un malentendido o algo peor, una falsedad, entonces sería un buen momento para emitir declaraciones que confirmen inequívocamente tu posición y contrarresten la amenaza.
Antes de que surjan problemas, sé honesto contigo mismo/a y tu gente y hazles saber todo.
Saber quiénes son tus aliados
Pregúntale a la gente de cualquier empresa cuáles son los mensajes clave y, probablemente, obtengas respuestas diferentes de cada uno, desde precisos hasta descabellados. Sin embargo, la mayoría de las empresas tienen personas orientadas a la atención al cliente que no están en ventas y marketing y que pueden transmitir los mensajes clave a posibles clientes y al mundo en general.
Esto también se aplica a los socios: ¿saben cómo vender?, ¿tienen la información y los mensajes clave necesarios para construir una reputación positiva en los mercados en los que se opera?
Estar conectado
Con las redes sociales ahora consideradas como «imprescindibles», también para los negocios de todas las formas y tamaños, resulta imperativo administrarse una (buena) reputación online. Las campañas en las redes sociales pueden ganar impulso rápidamente en cualquier dirección.
Consiste en obtener las pautas de comunicación adecuadas y entablar un diálogo con tu audiencia, en lugar de un monólogo.
Las redes sociales pueden dar miedo: no se editan, no se controlan y no hay dónde esconderse. O eso parece. Pero también es un gran lugar para gestionar tu reputación de manera positiva y oportuna.
Tomar la iniciativa o responder a una crítica rápidamente puede evitar que tu reputación como empresa o marca se queme y arda en el fuego social.
No seas una maravilla de golpe
Al igual que con todas las cosas en forma de marketing, la estrategia y la dirección deben seguirse de cerca con tácticas y trabajo de campo. Comenzando por construir un plan bien pensado de gestión de la reputación y una dirección clara para que todos entiendan los objetivos y se acepten.
La preparación es fundamental: asegurarse de que todos tengan un guion claro a seguir hace que estemos mejor preparados.
A menudo se dice que mantener una buena reputación es tan difícil como construir una al principio. Pero no tiene que ser así. Siempre y cuando se tenga en cuenta que se está en un viaje permanente hacia una reputación mejor, entonces la atención se centra en el crecimiento y no en quedarse quieto.