Para lograr el éxito en una entrevista de trabajo, hay que convencer a los entrevistadores de que se poseen los valores que buscan en un trabajador.
Se necesita demostrar que tu experiencia te hace el candidato ideal para el puesto, que conoces la empresa, el mercado y cómo ofrecerás un valor añadido a la compañía.
Por tanto, las claves para conseguir una impresión inmejorable en una entrevista de trabajo son:
No llegar tarde
Salvo causas de fuerza mayor, un retraso denota dejadez y puede acabar de un plumazo con tus opciones. Ni siquiera has empezado la entrevista y ya has ofrecido una mala imagen.
Tampoco te pases de previsor, presentarse demasiado pronto no es positivo.
Los expertos coinciden en que basta con llegar cinco minutos antes de la hora a la que has sido citado.
Vestir acorde al puesto al que se opta
La manera de vestir dice más de ti de lo que imaginas. Presentarte a una entrevista mal vestido o con un aspecto desaseado limita, y mucho, tus posibilidades de ser ‘el/la elegido/a’.
No es necesario ir siempre de traje, depende de cada empresa, pero tienes que procurar mostrar una imagen profesional.
Si tienes dudas acerca de cómo vestirte, siempre es mejor pasarse de arreglado que ir demasiado ‘casual’.
Llevar hechos los deberes
Cuando te sientes frente a tu entrevistador tienes que saberlo todo acerca de la compañía en la que quieres ingresar: qué hacen, cuál es su historia, cómo es el mercado en el que operan y, sobre todo, qué buscan para el puesto de trabajo al que te presentas.
La improvisación está prohibida en las entrevistas de trabajo.
Venderse bien
El reclutador de turno te ha citado para que le convenzas de que eres la persona ideal para el puesto. ¿Cómo hacerlo? A la empresa le interesa saber tu know how, esa manera de hacer las cosas que te convierte en un activo único.
La mejor manera de convencer a los entrevistadores suelen ser los números. Siempre que sea posible, refuerza tus argumentos con cifras que den una panorámica más clara de tus éxitos.
Cuidar los detalles
En una entrevista, la comunicación no verbal dice casi tanto de ti como las palabras que salen de tu boca.
Siéntete seguro, mira al entrevistador de frente, a los ojos. Rehuir la mirada denota inseguridad.
También debes sonreír de vez en cuando, evitar los tics y tomar una postura cercana solo si el entrevistador te da pie a ello.
Demostrar interés
Una manera de mostrar tu deseo de incorporarte a la empresa y tu implicación con su proyecto es brindar ideas de cómo puedes contribuir al crecimiento de la compañía.
Busca un momento para ofrecer sugerencias, aunque no se utilicen, tus entrevistadores valoraran la aportación.
Haz preguntas inteligentes, muéstrate interesado.
No hablar de dinero
Hablar de dinero es de mal gusto. Deja que sea la empresa quien saque el tema del salario.
Normalmente, la primera entrevista suele ser una toma de contacto en la que nunca se cierran asuntos económicos.
Si continúas en el proceso de selección, averigua cómo se cotiza tu puesto en el mercado laboral para tener argumentos suficientes a la hora negociar tu salario.
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