Glassdoor, la web donde empleados o antiguos trabajadores se liberan y hablan de sus jefes sin morderse la lengua y, denominada por muchos como una especie de “Tripadvisor laboral”, ya está en España.
Se trata de la mayor plataforma de opiniones sobre empresas y empleos a nivel global; con 50 millones de comentarios y valoraciones sobre un total de 900.000 negocios, y 67 millones de usuarios únicos mensuales.
La web en cuestión, que ya es una página de empleo con todo tipo de servicios, llega a España después de llevar más de 10 años en el mercado, asentarse en más de 12 países y contar con unos 800 trabajadores en todo el mundo. Es una startup que ha cosechado su fama por ser el sitio preferido por todo tipo de empleados a nivel global para hablar con total libertad, naturalidad y dureza de su paso por una u otra empresa, y desahogarse sobre su situación laboral. A esto hay que sumar el miedo de grandes empresas como SpaceX, la compañía aeroespacial de Elon Musk.
Para John Lamphiere, vicepresidente de Glassdoor, el objetivo de su app es acercarse a todo tipo de empresas españolas y logar que el mercado laboral sea mucho más transparente y claro que en la actualidad, siguiendo, claro está, el estilo de la marca. «Al final, a nivel internacional siempre nos quedábamos en grandes multinacionales como Telefónica, BBVA, o el Banco Santander, pero queremos tener también valoraciones y ofertas de trabajo de las pymes más pequeñas de España», apunta.
En cuanto a la manera de conseguir esto, Lamphiere dice que lo harán ofreciendo un servicio más completo que el de cualquier otro competidor parecido. «Tenemos las ‘reviews’ y los comentarios de empleados y exempleados, pero nuestra información va mucho más allá. Todo candidato que entre en nuestra web buscando algún tipo de información sobre la empresa a la que va a aplicar puede ver la opinión sobre el CEO, los rangos salariales, el tipo de entrevistas que hacen o los trabajos que ofrecen. Y todo de forma gratuita y validada por nuestros filtros».
La plataforma tampoco se olvida de los jefes o empleadores, que son los grandes perjudicados y la diana de todas las críticas, sino que intenta darles algo bueno a cambio, ofreciéndoles datos exclusivos para sus gestores, que se multiplican sin optan por una versión prémium, solo para las empresas. «Les damos datos sobre las valoraciones de sus actuales trabajadores, y de los pasados, información sobre cuánta gente se interesa por sus ofertas y por su propia empresa… La idea es que con Glassdoor los negocios sean más transparentes y conozcan qué opinión tienen realmente de ellos y cómo mejorarla», apunta Lamphiere.
«Las compañías deben cambiar su cultura»
Aunque gran parte del contenido generado y de la fama ganada se deben a los usuarios que escriben sin morderse la lengua y de forma anónima, su discurso se centra mayormente en la parte empresarial. Glassdoor basa gran parte del negocio en dar información de impacto a todo tipo de empresas para mejorar su imagen, aunque algunas veces cueste. «Sabemos que en España cuesta todavía lo de la transparencia y que se suele guardar en privado alguna información como los salarios o las condiciones que se ofrecen a los trabajadores, pero estos negocios deben cambiar su cultura. Y nosotros en Glassdoor incentivamos este cambio, aunque sabemos que es difícil», explica Lamphiere.
En principio, la teoría parece fácil, y es que, si tratas bien a tus empleados, recibirás buenas “reviews”, tendrás una buena reputación y generarás interés en los candidatos a tus puestos vacantes. Pero en la práctica, no es tan fácil.
