Las vacaciones van llegando a su fin y las empresas siguen con sus estrategias para amoldarse a la llamada nueva normalidad. Mientras unas empresas siguen apostando por el teletrabajo, otras han ido adaptando sus instalaciones al nuevo contexto para que los trabajadores desempeñen su labor en las condiciones más seguras.
Como en cualquier lugar donde hay interacción social, en las oficinas también es importante mantener la distancia de seguridad de dos metros que especifican las autoridades sanitarias. Además, en el desplazamiento desde casa hasta la silla de trabajo, hay que usar mascarillas. En este caso, lo idóneo es que se utilicen las autofiltrantes FFP2 (frena al menos 92% de las partículas) o, si es posible, una FFP3 (frena al menos 98% de las partículas). Ambas sirven para evitar contagiar y protegen del riesgo de contagio al otro. Hay que tener muy en cuenta la posibilidad de que una persona sea asintomática, es decir, que esté contagiada y no sea consciente.
A la hora de entrada y de salida, lo aconsejable es hacerlo por turnos. Aparte de evitar que haya mayor interrelación en un sitio reducido, también facilita el trabajo de las cámaras térmicas. Según Dräger, estas herramientas detectan la fiebre, uno de los primeros síntomas del coronavirus. Mediante un escáner se puede determinar si hay una persona que supera la temperatura fijada. En el caso de que así sea, se le pasa a una segunda revisión más en profundidad para descartar un posible contagio.
Respecto a la higiene, hay que llevar a cabo cada cierto tiempo una esterilización general para la desinfección del mobiliario y del inmueble. Uno de los métodos más comunes es la higiniezación con ozono, muy eficaz para combatir todo tipo de bacterias, virus y microorganismos. Sin embargo, puede ser perjudicial para la salud si no se toman las medidas de seguridad adecuadas con equipos de protección específicos.
Es imprescindible que el proceso de esterilización lo lleve a cabo una empresa especializada. La aplicación no puede darse en presencia de personas. Antes de utilizar el área desinfectada hay que ventilar adecuadamente y comprobar los niveles de ozono existentes en el aire mediante detectores homologados. Para ello, los profesionales deben disponer de los EPI´s adecuados. Después de su uso, todo el material debe ser limpiado y descontaminado.
Me interesa
- Cómo hacer más llevadera la vuelta al trabajo tras las vacaciones y el confinamiento
- Cómo mejorar la experiencia del empleado y los espacios de trabajo tras el COVID-19
- Los planes de contingencia, una herramienta clave para las empresas ante posibles rebrotes del COVID 19
- ¿Cómo incorporar a un nuevo empleado en remoto ante la nueva realidad?
- Tras las vacaciones, las empresas deberán controlar la presencia de COVID-19 en sus equipos