El retorno a la actividad laboral es ya una realidad que, en próximas semanas, irá abriéndose a más empresas. El coronavirus sigue estando presente en nuestras vidas, pero tenemos que aprender a convivir con él hasta la llegada de la vacuna y de los medicamentos que nos ayuden a superarlo.
Hasta entonces es responsabilidad de todos controlar este delicado proceso de reincorporación; y de hacerlo con todas las garantías de las que disponemos por el bien de trabajadores, empresas de cualquier tamaño, y de la actividad económica en general.
En los últimos días se habla de diversas formas con las que las empresas podrán saber en qué estado se encuentran sus plantillas ante el coronavirus, que se asientan sobre el factor realmente fundamental: la importancia de someternos a un test que nos ofrezca un diagnóstico preciso de nuestra situación. Solo tras el resultado de estas pruebas -que han de realizarse con la prescripción e interpretación del especialista médico y de acuerdo con los protocolos de las autoridades sanitarias- dispondremos de las garantías mínimas para regresar a un entorno laboral en el que también necesitaremos guantes, mascarillas o aplicar las medidas de distanciamiento social.
El Programa de Retorno a la Actividad de las Empresas es el nombre de un plan diseñado por un prestigioso equipo de inmunólogos clínicos para las clínicas Blue Healthcare, en Madrid. Se trata de un programa que favorece una reincorporación racional de los trabajadores, algo que disminuye el riesgo de contagio para ellos y su entorno familiar y que puede significar un alto ahorro a futuro para las empresas, evitando riesgos innecesarios de cara a posibles nuevas infecciones, posibles paralizaciones de actividad y costosos procesos de sustitución. Pero es un programa que sobre todo vela por la seguridad sanitaria de cada una de las personas y que está preparado para realizarse en el seno de la prevención de los riesgos laborales.
En este plan se nos realiza una detallada evaluación integrada de la infección por SARS-CoV-2, que, como nos explican desde esta clínica, consta de una prueba de presencia activa del virus al personal laboral (RT-PCR en secreción nasofaríngea), con la que se identifica a los trabajadores que en el momento del retorno a la actividad se encuentren con la enfermedad en proceso; un test de presencia de anticuerpos frente al virus SARS-Cov-2 (IgA o IgM e IgG), que va a informar de si la persona ha generado dichos anticuerpos y, en casos de resultado dudoso, de un test de confirmación con 4 antígenos del SARS-CoV-2 que evalúa la presencia de anticuerpos frente al virus mediante otra técnica y, por tanto, confirma que la persona haya pasado la enfermedad (con o sin síntomas) y que haya generado anticuerpos frente el mismo. Tras ese proceso, el equipo médico genera un informe personalizado indicando cuál es el estado de cada persona.
Una vez realizada esta evaluación general al grupo de trabajadores, se estará en condiciones de diseñar el reinicio de la actividad con las mayores garantías de seguridad, ya que podrá saberse en cuál de estos tres grupos se encuentra cada persona:
- Trabajadores que han pasado la enfermedad y que están en disposición de integrarse a su puesto de trabajo cuando sea legalmente posible, siempre respetando las medidas de seguridad dictadas por las autoridades sanitarias hasta que se conozca con certeza la inmunidad a medio/largo plazo frente al virus.
- Trabajadores que no han pasado el virus y que, consecuentemente, son más susceptibles a infección. Estos trabajadores se podrían reintegrar al puesto de trabajo cuando las autoridades gubernamentales lo autoricen, pero con medidas de seguridad tanto de auto protección como de distanciamiento que la empresa pueda garantizar.
- Trabajadores que se encuentran en algún punto del proceso de la enfermedad y que deben mantener su cuarentena en domicilio.
Este programa ofrece además la posibilidad de realizar un seguimiento del diagnóstico del coronavirus en la empresa y, de forma complementaria, otras estrategias de salud que contemplan tanto aspectos fisiológicos como mentales y emocionales. Todo bajo la más estricta supervisión médica.
La activación gradual del sector productivo es un objetivo que estamos en condiciones de alcanzar una vez estabilizada la progresión descontrolada de este virus. Pero solo lo conseguiremos si aplicamos el conocimiento que vamos acumulando y respetando las reglas de un juego que los investigadores clínicos se encargarán de que acabe siendo cosa del pasado.
