Como ya sabéis, todos los autónomos deben tributar por los ingresos que perciben en su actividad habitual por IRPF. Estos, al contrario que los trabajadores por cuenta ajena, pueden elegir cómo tributan: por estimación directa o estimación objetiva o módulos. A continuación, te explicamos en qué consiste tributar por módulos y quién puede hacerlo.
Qué es tributar por módulos
Como la Agencia Tributaria no puede contabilizar con exactitud el volumen de ventas de determinados negocios, como los taxis, las panaderías o los bares, en estos casos se utiliza este sistema.
La tributación por módulos se rige por unos parámetros como los metros del local, los metros de barra de un bar o el número de sillas. También influyen otros factores como la duración de la temporada o la población del municipio.
En función de todo esto se determina el tramo que te corresponderá pagar cada tres meses (abril, julio, octubre y enero) con el modelo 131.
Posteriormente, en la declaración de la renta se calculará el cómputo real anual y si has pagado de más la Agencia Tributaria te devolverá la diferencia
Quién puede tributar por módulos
No todos los profesionales por cuenta propia pueden tributar por módulos, ya que existen algunos requisitos. En primer lugar, el volumen de ventas del ejercicio anterior no puede ser superior a los 250.000€, o 125.000€ en el caso en el que se expidan facturas a empresario o autónomos.
El volumen de compras, por su parte y sin incluir inversiones, no debe superar los 250.000€, así como tampoco podrá realizar otras actividades que tributen en estimación directa.
Los sectores de actividad que pueden acogerse a este sistema son la agricultura, la ganadería, la pesca, el comercio minorista, la hostelería, la industria del pan y la hostelería, así como peluquerías, autoescuelas, tintorerías o empresas de mudanza, entre otras.