Apostar por la transparencia y la eficiencia en el ámbito de la pequeña y mediana empresa es una oportunidad que a largo plazo permite cosechar frutos positivos.
Una buena política en ambas materias dentro las pymes permite crear, entre clientes y consumidores, un clima de confianza y fiabilidad, así como una percepción de credibilidad en la oferta de productos y servicios.
El concepto de transparencia corporativa es sinónimo de apertura y honestidad en la actividad empresarial. Un equipo de la Harvard Business School lo estudió en el sector de la restauración y diseñó un entorno en el que cocineros y clientes podían verse los unos a los otros. La posibilidad de observarse entre ellos mientras preparaban o disfrutaban de la comida aumentó la satisfacción de los clientes en un 17% y la rapidez del servicio de mesa y cocina en un 13%.
El último punto -mayor rapidez en el servicio de mesa y cocina- hace patente cómo los empleados que están informados e integrados en los objetivos globales confían más en su empresa y dan un mejor servicio al consumidor. En definitiva, trabajan más y mejor.
Un reflejo del interior de la organización
La transparencia es por tanto el reflejo de la organización interna en la percepción externa que tienen clientes y consumidores, y debe ir unida a políticas empresariales basadas en las mejores prácticas y en una gestión eficiente y sostenible. Para ello, es necesario poseer un control y conocimiento exhaustivos del negocio, en todas sus áreas. Solo así se podrán aplicar las medidas adecuadas en todo momento en aras de mejorar la productividad y la rentabilidad.
En otras palabras: una gestión eficaz y moderna de las pequeñas y medianas empresas debe tener en cuenta todos los procesos que intervienen en el desarrollo de la actividad del negocio: desde los recursos humanos, la producción, los costes reales unitarios, la comercialización de los productos y servicios o la atención al cliente hasta la financiación, la contabilidad y el control de la liquidez, de los gastos o de los cobros.
Pero si la sola ejecución de políticas de transparencia y eficiencia es importante, no lo son menos otros elementos exógenos, como las tecnológicas, que suceden fuera de la organización y que tienen una incidencia directa y positiva en la marcha del negocio si se implementan adecuadamente.
Los medios de pago electrónico: un aliado de las pymes
Las tarjetas de empresa se erigen en uno de los aliados de las pymes en la búsqueda de una mayor eficiencia y transparencia. Resultado de la innovación en materia de medios de pago, su estado, en permanente evolución, ofrece una oportunidad continua de mejora.
La posibilidad de observar los gastos de la empresa en tiempo real redunda indubitablemente en una mayor transparencia y eficiencia en la gestión. A su vez, extender este tipo de tarjetas a los empleados para el pago de gastos de representación pone de manifiesto la confianza que los gestores ponen en sus empleados.
Sin olvidar, por último, las evidentes ventajas en materia de control de gastos o de liquidez, ya mencionadas, y que son algunas de las principales preocupaciones de gestores y directivos.