En España se emplearon 130 millones de horas diarias en 2018 en trabajo de cuidados no remunerado, una cifra que equivale a 16 millones de personas trabajando ocho horas al día sin percibir remuneración alguna y al 14,9% del PIB, según ha asegurado la directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Manuela Tomei.
La Oficina de la OIT para España, que ha presentado este lunes 8 de octubre un perfil específico sobre España como parte del informe ‘Care work and care jobs for the future of work’ (‘El trabajo de cuidados y los trabajadores del cuidado para un futuro con trabajo decente’).
«España es uno de los países de Europa y Asia Central donde se realiza la mayor parte del trabajo diario de cuidados no remunerado. Si estos servicios se valoraran sobre la base de un salario mínimo por hora, equivaldrían al 14,9% del PIB español. A nivel mundial representan el 9% del PIB», ha afirmado Manuela Tomei.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) sostiene que si se aumentasen las inversiones en un 109% con respecto a los niveles de 2015, España podría crear más de un millón de trabajos en el sector de los cuidados.
Según la organización, «para alcanzar las metas» de educación y salud de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas y «cerrar los déficits que hay de cuidados se estima que en España» habría que alcanzar una inversión pública y privada de 282 millones de dólares para 2030, cerca de 246 millones de euros (en 2015 fue de 135 millones de dólares, unos 118 millones de euros), es decir aumentar las inversiones a en un 109% con respecto a los niveles de 2015.
En este sentido, la OIT aclara en su informe que la inversión en educación, salud y trabajo social corresponderá entonces a aproximadamente el 17,6% del Producto Interior Bruto (PIB) total proyectado en 2030, un aumento de 6,3 puntos porcentuales con respecto a 2015.
«Ello permitiría crear un 1.100.000 empleos adicionales en comparación con 2,79 millones de puestos de trabajo en los sectores de atención en 2015 (un aumento del 44,8%). Este potencial de creación de empleo estaría impulsado por un aumento de 500.000 empleos en salud y trabajo social y 200.000 empleos en educación en comparación con los niveles de 2015, que a su vez generarían 500.000 de empleos indirectos», señala Manuela Tomei.
El análisis de la organización señala que se prevé que en 2030 el número de beneficiarios de cuidados en España haya disminuido, pasando de los 10 millones de la actualidad (siete millones de niños y niñas menores de 15 años, y tres millones de ancianos) hasta los 8,8 millones (5,6 millones de niños y niñas menores de 15 años y 3,2 millones de ancianos).
Esta circunstancia haría que España se situase en el puesto 22 del ranking de países con mayores ratios de dependencia de cuidados de personas mayores del mundo, y el puesto 19 de los países de Europa y Asia Central con un 9,1%, según asegura la OIT.
LAS MUJERES REALIZAN CASI EL 68% DEL TIEMPO
Asimismo, el informe subraya que las mujeres realizan casi el 68% del tiempo dedicado al trabajo de cuidados no remunerado, y que su contribución al trabajo de cuidados no remunerado ha disminuido en los últimos 20 años a una velocidad anual de 2,1 minutos por día, mientras que la de los hombres han aumentado en 1,1 minutos por día al año.
En este contexto, la OIT cree que la desigual distribución del trabajo de cuidados no remunerado «afecta negativamente las perspectivas de empleo de las mujeres». Según la investigación, el 25% de las mujeres españolas en edad laboral declararon que no estaban disponibles para el empleo o que no lo buscaban debido al trabajo de cuidados no remunerado (datos de 2018), frente al 13% en Portugal, 10% en Francia, y el 23% de la media en Europa y Asia Central.
En España, 3,8 millones de personas se dedican al trabajo de cuidados remunerados, de las cuales 2,9 millones de mujeres y 936.000 hombres, lo que representa el 20,8% del empleo total o el 34,4% del empleo femenino. La alta proporción de fuera de trabajo dedicada a los cuidados se explica parcialmente por el número de trabajadoras domésticas empleadas por los hogares (que corresponde al 6,5% del empleo total de mujeres), según la OIT.
A juicio de la organización, entre los mayores retos del sector destaca su baja remuneración con respecto a otros. Por ejemplo, en el sector salud, los salarios de las enfermeras y matronas son bajos y suponen el 35% del de los médicos.
De esta forma, la OIT aconseja «reconocer, reducir y redistribuir el trabajo de cuidados no remunerado; recompensar el trabajo de cuidado remunerados; promover más y trabajo decente para los cuidadores; y garantizar la representación de los cuidadores, el diálogo social y la negociación colectiva».
«Debemos avanzar en medidas innovadoras que faciliten que los trabajadores y trabajadores de cuidados puedan ejercer plenamente sus derechos de representación, diálogo social y negociación colectiva. La posible ratificación del C.189 de la OIT sobre trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticas abriría una oportunidad para alcanzar esos derechos para las más de 600.000 empleadas que ahora no los tienen», ha recalcado el director de la Oficina de la OIT para España, Joaquín Nieto.