Hace poco tiempo, justo antes de dar una conferencia en un colegio para padres y alumnos, tuve una reunión con varios profesores en la que surgió el tema del liderazgo. Y es curioso porque el solo hecho de mencionar la palabra líder, hizo reaccionar a dos de ellos (y no de forma positiva). Sin duda, fue algo que no pude pasar inadvertido.
Era evidente que aquella palabra tenía connotaciones negativas para ellos, por lo que intenté explicar lo que para mí significaba.
En sus mentes la figura de un líder se identificaba con alguien autoritario, tal vez sin escrúpulos, alguien egoísta que manipula y se aprovecha de los demás desde una posición de poder.
Pero sinceramente, nada de eso tiene que ver con el liderazgo, porque esas son características de un dictador, no de un líder.
Cuando hablamos de los grandes líderes de la historia, hablamos de Nelson Mandela, Mahatma Gandhi, Maria Teresa de Calcuta, Martin Luther King o Ernest Shackleton, entre otros muchos.
Todos ellos transcendieron por su servicio, por su entrega a una causa mayor, por un liderazgo positivo e inspirador, por su ejemplo personal.
¿QUÉ ES EN REALIDAD EL LIDERAZGO?
El liderazgo es el arte y la capacidad de influir de forma positiva en otras personas para alcanzar un objetivo en pro del bien común. Nada tiene que ver con la posición. La posición puede otorgar un poder, pero no hace a un líder.
Es el líder el que hace la posición. Hay muchas personas que son nombradas en un importante cargo, pero este no otorga mágicamente a nadie las cualidades del liderazgo.
Puede estar en una posición de poder, pero si no tiene influencia, ni autoridad moral sobre la gente, no tiene nada que hacer.
Sin embargo, hay personas que no tienen el cargo pero tienen la influencia dada su autoridad moral, carácter y confianza de los demás.
A un líder se le mide por su capacidad de influir en las personas
Si no puede influir (de forma positiva), no puede liderar. Cada vez que influyes de manera positiva en el pensamiento y las creencias de otra persona estás liderando, estás contribuyendo en el desarrollo de alguien; estás ejerciendo el liderazgo.
Liderazgo es tener una visión clara del objetivo
Un aspecto fundamental de un líder es que debe tener una clara visión de hacia dónde va y de lo que quiere lograr.
Tiene objetivos definidos y esa visión, su confianza y compromiso, hace que los demás le sigan. Si no sabe a dónde va, difícilmente los demás pueden verlo o creerlo.
Saber liderar no es un don con el que se nace, sino una serie de cualidades que se desarrollan
Y si destacamos algunas de esas cualidades serían:
▸ Confianza + humildad
▸ El respeto
▸ El autocontrol
▸ La capacidad de comunicar y saber escuchar
▸ El compromiso
▸ Mentalidad de servicio a los demás y determinación
El liderazgo tiene que ver con creer en los demás, para que ellos aumenten su confianza, su propia creencia en sí mismos y sus capacidades.
Un líder es alguien que saca lo mejor de los demás.
TIPOS DE LIDERAZGO Y SUS CARACTERÍSTICAS
Se habla mucho de los tipos de liderazgo: de servicio, visionario, orientado a las tareas, a las personas, transformacional, democrático y algunos más…
Pero la realidad es que tiene poco que ver con el estilo y mucho más con el fondo: el carácter, la energía que transmitimos, aquello que hacemos cuando nadie nos ve, hacer lo correcto, ser fieles a unos valores y ganar la batalla en la cabeza y el corazón de los demás.
Y lo más importante: debe tener una visión clara y ser capaz de transmitirla para crear una sensación de dirección y propósito. De ese modo, podrá generar inercias positivas.
Una persona con capacidad de liderazgo es una visionaria capaz de dibujar y mostrar lo que el futuro puede llegar a ser, lo que podemos llegar a hacer y ser; es alguien capaz de transmitir y contagiar esa visión, llenando de energía e inspiración a los demás.
EL LIDERAZGO EN EL ÁMBITO MÁS PERSONAL
Si afirmamos que la esencia de quién es capaz de liderar es la influencia, el liderazgo personal o el autoliderazgo tiene que ver con la capacidad de actuar sobre nosotros mismos, sobre nuestros estados mentales, pensamientos, actitudes y comportamientos.
Mucho tiene que ver con la autodisciplina, que permite a la persona dirigir su vida, ser dueño de sí misma. Sin lugar a dudas, es el camino hacia la libertad personal y no ser arrastrado por el ruido y los cantos de sirena del entorno que nos desvían de lo importante.
Es la capacidad de cumplir ante uno mismo y dirigirnos hacia el lugar que nos hemos propuesto.
