El 82% de las empresas de la Cámara de Comercio Británica en España (British Chamber) teme que se produzca un Brexit «duro», ya que sus consecuencias afectarían «negativa o muy negativamente» a sus negocios.
En concreto, las consecuencias que más le preocupa es el blindaje de los flujos migratorios o del acceso al mercado común, así como el establecimiento de barreras arancelarias a las importaciones y exportaciones de bienes.
En este contexto, las empresas esperan que los negociadores de la UE y el Reino Unido intenten salvaguardar el comercio y los negocios bilaterales, y creen que deberían ser muy cautelosos y centrar las conversaciones en los flujos de talento entre Europa y las islas británicas, la legislación y los impuestos y aranceles de bienes y servicios.
Ante una opción de salida «blanda», los empresarios se muestran más optimistas y más de la mitad cree que no tendría efecto que podría ser incluso positivo para sus negocios. Además, la mitad de las empresas consultadas afirma que ya ha iniciado el desarrollo estrategias específicas para la gestión de la salida, mientras que antes del referéndum solo el 21% tenía un plan de contingencia.
Más de dos tercios de la British Chamber se muestran ahora más escépticos ante la salida del Reino Unido de la UE que en los días posteriores a la celebración del referéndum, debido a la activación del artículo 50 del Tratado de Lisboa el pasado 29 de marzo, que ha provocado nerviosismo en los miembros de la organización.
Por otro lado, casi la totalidad del centenar de empresas de la Cámara está de acuerdo en que el Brexit tendrá consecuencias negativas en la economía española, ya que Reino Unido es el principal país inversor de España con más de 63.000 euros y alrededor de 160.000 empleados.
Dos terceras partes de los empresarios encuestados opinan que España aceptaría una ralentización en su economía si así se logra una estabilidad comunitaria, y el 56% cree que la libertad de movimientos de personas y bienes debe ser la prioridad de España en la futura relación con el Reino Unido. En menor medida, los acuerdos comerciales y los derechos de los ciudadanos nacionales en el Reino Unido son considerados también aspectos clave.
Un dato destacable del estudio es que dos tercios de los consultados consideran que debería repetirse el referéndum tras las informaciones surgidas posteriormente, en las que se afirmaba que los riegos de la salida de la UE «se habían exagerado».