5 de cada 10 empresas han sufrido fraude en los últimos 24 meses.

La suplantación de empresas en el e-commerce crece un 166%

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Actualizado 18 | 05 | 2022 09:46

Suplantación empresas ecommerce

Prevenir el fraude y otros delitos económicos es un desafío complejo. TransUnion en su último estudio “Global Digital Fraud Trends” señala que, en 2021, los delitos de suplantación de empresas y marcas en internet crecieron en un 165.7%.

Y es que, los delincuentes encuentran en la web un lugar idóneo en el que suplantar la identidad de empresas y/o marcas para beneficiarse del éxito de estas, dejando a las empresas afectadas con graves repercusiones. Datos de PwC revelan que el 47% de las empresas en todo el mundo han sufrido fraude online en los últimos 24 meses.

Y es que, el crecimiento exponencial que ha experimentado el e-commerce en los últimos años ha atraído a piratas informáticos y bandas del crimen organizado. Alice Casolo, Marketing Strategist de XChannel advierte “gracias a portales de  chats, la deep web y las criptomonedas, los especialistas en violación de datos pueden crear identificaciones falsas, coordinarse y realizar transacciones criminales con una preocupante facilidad”.

¿Cuál es el punto de entrada de los ciberdelincuentes? La gran mayoría de estos delincuentes están aprovechando la digitalización y grandes despliegues tecnológicos de las grandes y no tan grandes empresas. Las plataformas digitales como, el negocio electrónico, las redes sociales, etc. Abren la puerta a ser víctimas de suplantación de identidad y delitos económicos.

Cómo prevenir un e-commerce fraudulento

Los dueños de comercios electrónicos pueden detectar fallos en su estructura de seguridad antes de que los ciberdelincuentes lo descubran y ataquen ¿cómo?

  1. Ejecutar auditorías de seguridad del sitio web con regularidad. En estas auditorías se recomienda “confirmar si las contraseñas utilizadas para las cuentas de administrador, los paneles de control del alojamiento, el CMS, la base de datos y el acceso FTP son lo suficientemente seguras, confirmar si el sitio web detecta cualquier tipo de malware, identificar si la comunicación entre la tienda-clientes-proveedores está debidamente cifrada…”.
  1. Garantizar que el e-commerce cumple con la normativa PCI (Peripheral Component Interconnect). La normativa PCI nace en respuesta al creciente robo de datos. Establece un nivel básico de protección para los consumidores, reduciendo el fraude dentro del ecosistema de pagos. Toda organización que acepte o procese tarjetas de pago debe de aplicarla. Alice Casolo explica que, “el objetivo de la normativa es garantizar que todos los comerciantes acepten, procesen, almacenen y transmitan la información de las tarjetas de crédito de forma que se minimice el riesgo de fraude, de violación de datos y de robo de datos”.
  1. Utilizar soluciones antifraude. A día de hoy podemos encontrar en el mercado multitud de  soluciones de software de prevención del fraude. Estas herramientas varían mucho en función de la cantidad de trabajo que supone la instalación y la gestión continua. Algunas empresas prefieren soluciones prácticas, mientras que otras prefieren dejarlas en manos de expertos. Se recomienda las herramientas antifraude de alto nivel, “pese a que hay herramientas más básicas antifraude, siempre recomiendo emplear las de alto nivel, que ofrecen una gestión de casos externalizada, gestión del fraude por fidelidad, decisiones automáticas, revisión manual de transacciones sospechosas…”.
  1. Almacenar la menor cantidad de datos posible. Una forma eficaz de proteger un e-commerce en caso de ser víctimas de una filtración o un hackeo es no recopilar mucha información de nuestras transacciones y clientes. Davide Gazzardi, responsable de New Business de XChannel, explica que, al  recoger pocos datos, estamos obedeciendo a una simple lógica que nos protege ante los ciberataques “no se puede robar lo que no se tiene”.

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