En España, según los datos del segundo semestre de 2018 publicados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, hay 447.149 empresarios autónomos, personas físicas con asalariados a su cargo, el 22,28% del total de las personas jurídicas de alta en la Seguridad Social. Servicios, con 356.780 es el sector que más autónomos con asalariados registra, seguido de Construcción (36.278), Agricultura (35.400) e Industria (18.691).
A pesar del compromiso rectificativo adquirido por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para que los autónomos no tengan que pagar más a la Seguridad Social como consecuencia del incremento del SMI, la Confederación Española de Autónomos (CEAT) pone de manifiesto que la realidad es que, de producirse este aumento, todos aquellos autónomos que tienen a su asalariados en las bases mínimas tendrá una repercusión gravosa al dispararse un 22% el coste laboral de sus empleados, 3.000 €/ año por trabajador.
Una nueva carga para los empresarios autónomos que coincide con el incremento de los costes energéticos y caída del consumo y que conllevara una contracción del empleo. En opinión de CEAT, de aprobarse los Presupuestos Generales del Estado en los términos pactados entre el Gobierno y Podemos, la situación económica, laboral y social de España empeorará notablemente.
Si bien desde la Confederación Española de Autónomos se entiende que efectivamente el Salario Mínimo Interprofesional ha de subir, lo ha de hacer en los términos acordados en el marco del Diálogo Social, donde se han alcanzado acuerdos de gran calado en materia laboral o en la lucha contra la economía sumergida. CEAT quiere reseñar que los esfuerzos que ya están haciendo los empresarios autónomos son muy importantes, y que dónde hay que poner el acento no es en incrementar la carga impositiva de los autónomos, sino en reducir el peso de la economía sumergida. De reducirse en seis puntos el actual peso de este tipo de economía cifrada en el entorno del 20%, aumentarían los ingresos impositivos en dos o tres puntos.