En muchas ocasiones, cuando pensamos en pequeños negocios, emprendimientos y startups de la industria tecnológica, quizás imaginemos a personas desarrollando aplicaciones, redes de medios o sistemas vinculados a mejorar el estilo de vida de las personas.
Sin embargo, hay una gran variedad de temáticas en la industria tecnológica que no siempre tenemos en cuenta. Esto es, por ejemplo, todas aquellas startups en la industria creativa que cubren desde el streaming hasta la creación de música original.
Hay algunas de estas startups que llaman realmente la atención, ya sea por su desarrollo inteligente, su orientación a solucionar problemas de las industrias creativas o por brindar un producto interesante y entretenido para sus clientes.
Amper Music, por ejemplo, está inspirado en los últimos avances del desarrollo de la inteligencia artificial, orientado a la música. Este software es capaz de componer música digital sin la necesidad de intervención humana. Si bien sus desarrolladores saben que todavía es necesario seguir trabajando en la sofisticación del producto, también son conscientes de que, en un futuro cercano, será posible acceder a música hecha por un robot y no notar la diferencia. El proyecto apunta a la venta de música a un precio accesible para series o programas de TV, podcasts y videojuegos.
Por otro lado, la plataforma Chew permite mostrar una sesión de música vía streaming (en vivo), sin tener la necesidad de descargar los vídeos. Más de noventa mil DJs alrededor del mundo ya han creado sus shows en esta plataforma, y actualmente hay más de 380 mil horas de contenido accesible para sus usuarios.
El lanzamiento se realizó a través de crowdfunding, superando las 1,4 millones de libras esterlinas. En 2016, se unió a Maxify, su antigua competencia, ampliando su comunidad. Más adelante, en 2017, se unió a Bandlab. El servicio que proporciona esta plataforma ayuda a que los DJs cobren por cada show, permitiendo a los usuarios hacer una donación a los artistas. Además, tiene una veta no muy explorada aún, que es educacional, ya que los artistas con mayor trayectoria pueden aconsejar a los que están empezando.
Por último, en lo que respecta a la diversificación de productos en el mercado, existe Diggers Factory, una verdadera comunidad melómana. Si bien el formato MP3 y la música que escuchamos online terminó casi radicalmente con el formato CD, hay una vuelta a las raíces y al formato analógico como el vinilo. Para quienes aman la música, no sólo el sonido es importante sino también todo aquello que lo engloba. Además, con Diggers Factory, muchos artistas independientes encontraron una manera de vender su música. En definitiva, los tres casos son grandes hallazgos, que se desprenden de una industria creativa en constante crecimiento.
