Las solicitudes de patentes en España disminuirán en torno a un 2% al cierre de 2016, de forma que descienden por octavo año consecutivo, aunque la caída es menor a la registrada en años anteriores, de acuerdo con las estadísticas de la Oficina Española de Patentes y Marcas (OEPM), proporcionadas por Isern Patentes Y Marcas.
Hasta el pasado mes de noviembre, en España se habían solicitado 2.526 patentes nacionales, cincuenta menos que hasta el mismo mes de 2015.
El socio de Isern Patentes y Marcas Jorge Isern ha señalado que esta tendencia negativa «cambiará cuando fluya el crédito para las empresas», aunque ha advertido que en 2017 entra en vigor la nueva Ley de Patentes, que introduce «importantes novedades» que afectarán a la capacidad de las empresas para conseguir derechos de patentes.
Con datos hasta noviembre, el modelo de utilidad, que protege invenciones con menor rango inventivo que las protegidas por patentes, parece experimentar una recuperación con un aumento previsto del 3,4%, tras la caída del 13,9% en 2015.
Según Isern, el Modelo de Utilidad es la tipología de protección de invención más requerido por las pymes, por lo que «es propio de un país donde el tejido empresarial está constituido por un 99,88% de pymes».
Respecto a la solicitud de diseño industrial y marcas nacionales también se pronostican subidas del 8,2% y del 2,73%, respectivamente, siendo el primero el tipo de solicitud que más se prevé que aumente al finalizar el año, según la firma de asesoramiento y registro para empresas de marcas, invenciones, diseños, dominios y defensa legal.
El diseño industrial otorga a su titular un derecho exclusivo sobre la apariencia de la totalidad o de una parte de un producto, que se derive de las características de, en particular, las líneas, contornos, colores, forma, textura o materiales del producto en sí o de su ornamentación.
Para el socio de Isern Patentes y Marcas, estos datos, mayoritariamente positivos, son «el reflejo de la lenta pero buena marcha de las empresas y del esfuerzo de cada una de ellas», así como de «la concienciación sobre la necesidad de proteger la propiedad industrial e intelectual de una empresa ante cualquier tipo de fraude y, a la vez, para otorgarle más valor».