El software protagoniza hoy buena parte de los avances tecnológicos y está detrás del desarrollo de multitud de funcionalidades de gestión que impactan de manera directa sobre la productividad y la competitividad de las empresas y de los profesionales.
El software está protegido por la ley de Propiedad Intelectual y por el Código Penal, por lo que adquirir, instalar o usar software sin licencia, instalando, por ejemplo, más copias de las autorizadas por el acuerdo de licencia con el fabricante, es un delito y tiene graves consecuencias legales y económicas, no solo para las empresas sino también para los directivos y administradores.
Además de los riesgos que supone para la operatividad, la seguridad o la pérdida de información, el uso software de software sin autorización puede dar lugar a demandas, registros judiciales, indemnizaciones y multas, o incluso a penas de cárcel, tal y como este breve vídeo explica: