El fin del verano y la vuelta a la rutina influyen en el rendimiento laboral de los profesionales. En este sentido, según la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS), el 60% de los trabajadores españoles sufre síndrome post-vacacional, cuestión que repercute de forma directa en la productividad individual y de los equipos.
Así pues, resulta imprescindible que las compañías, independientemente de su tamaño o su área de actividad, conozcan las herramientas necesarias para mantener el nivel de motivación de sus empleados una vez finalizadas las vacaciones. Cabe señalar que, tal y como apunta la Universidad de Warwick, aspectos como la motivación mejoran el rendimiento laboral de los trabajadores entre un 10% y un 12%.
Sílvia Balcells, directora general de Synergie, afirma que “los trabajadores motivados son más productivos y es imprescindible que, en la vuelta a la rutina, los líderes promuevan acciones que pongan el foco en mantener el nivel de compromiso de los profesionales con la empresa”. Por ende, reconoce que “la motivación laboral es el motor que mueve las organizaciones y el salario emocional cada vez es más importante para los empleados”. En la misma línea, apunta que “la vuelta de las vacaciones es un buen momento para que los líderes hablen con sus equipos, detecten necesidades y compartan objetivos”.
Herramientas útiles para minimizar el impacto de la vuelta a la rutina en la productividad de los equipos
- Reforzar el sentimiento de pertenencia al equipo. El objetivo es que los trabajadores sientan que sus necesidades también se tienen en cuenta y que su función es clave para lograr los objetivos de la empresa. Hacer partícipes a los profesionales mejora el ambiente laboral y eso repercute en los resultados. Esto se consigue mediante la organización de actividades de diálogo y teambuilding, promoviendo los reconocimientos internos y apostando por los beneficios de desarrollar una estrategia de comunicación interna.
- Graduar la carga de trabajo. Si el retorno al trabajo puede ser complicado para muchos, una gran cantidad de trabajo nada más llegar puede impactar muy negativamente en la productividad del empleado. Graduar el volumen de trabajo y que éste sea ético y proporcional es vital para que el trabajador sienta que puede cumplir con el trabajo de forma ordenada y según los criterios de urgencia.
- Dialogar con los trabajadores. Mantener conversaciones individuales con los empleados puede ser de ayuda para detectar necesidades particulares. De esta forma, la empresa puede tomar medidas con tal de mejorar la situación personal de cada trabajador. Además, el trabajador se siente escuchado y en confianza, hecho que mejora sus sensaciones dentro de la empresa.
- Conciliación. Los horarios flexibles y la posibilidad de teletrabajar pueden ayudar a reducir el impacto que provoca la vuelta a la rutina. Cuanto más gradual sea la vuelta, mejor ambiente laboral se generará. Para ello, resulta especialmente útil dar herramientas que promuevan la conciliación laboral y familiar.
- Transforma el espacio de trabajo en un espacio agradable. La comodidad y el orden en las oficinas, coworkings y espacios de trabajo personal favorecen un buen clima laboral. Si se plantean cambios de mobiliario en la oficina, la vuelta de vacaciones es un buen momento para sorprender a los trabajadores. En el mismo sentido espacios de trabajo limpios y funcionales ayudan a que los profesionales estén más a gusto, sean más organizados y, por consecuencia, sean más productivos.
