La Seguridad Social y la Inspección de Trabajo están elaborando una estrategia a seguir para el periodo de 2018 – 2020, con la firme intención de mejorar la calidad del empleo y enfocarlas al refuerzo y la mejora de la calidad del empleo. Estas disposiciones van en caminada a perseguir la figura de los falsos autónomos.
En el plan que se contemplan numerosas líneas de actuación entre las que se encuentran las que atañen a los trabajadores por cuenta propia y el seguimiento de nuevas fórmulas de trabajo. Algunas de las claves son: elaborar las herramientas necesarias para detectar a los falsos autónomos, establecer un sistema de detección por medio de la Agencia Estatal de Administración Tributaria y la Tesorería General de la Seguridad Social y plantear un sistema que permita la detección de la búsqueda de empresas que favorezcan ese tipo de fraude.
Desde enero de 2018 las sanciones para evitar este tipo de fraudes se han incrementado, llegando a un grado máximo de 10.000 euros, que incluso puede llegar a delito penal si la infracción por la falta de cotización al Régimen general supera los 50.000 euros en cuatro años.