El notario es un funcionario público designado por el Estado para garantizar a los ciudadanos la seguridad jurídica preventiva que necesitan en sus relaciones particulares, ya pertenezcan al ámbito empresarial, contractual, personal, o familiar. Esta realidad la conocen la mayoría de los ciudadanos, porque seguramente en algún momento de su vida han acudido a un notario, aunque lo explicarían, sin duda, de otra manera y con otras palabras.
Igual ocurre con los empresarios. Cuando constituyeron su sociedad, o sus sociedades, acudieron a un notario para hacerlo (al más cercano, al que les recomendó un conocido, al mismo con el que hicieron su testamento, otorgaron un poder, compraron su casa…). Al que ellos eligieran, porque cualquier emprendedor, empresario o simple ciudadano tiene el derecho de elegir el notario que prefiera entre los más de 2.800 que hay repartidos por toda España, incluso en pueblo de 500 habitantes.
Pero, ¿en qué me puede ayudar este funcionario-profesional a mí como futuro empresario o como empresario ya en ejercicio? En muchas cosas, no lo dude, y a lo largo de toda la existencia de su empresa. Y lo más importante: en todo ese camino, en cada uno de los servicios que le preste, el notario le asesorará de manera experta (gracias a sus amplios conocimientos en Derecho mercantil) y sin coste alguno (porque la asesoría del notario es gratuita).
Esto quiere decir que usted puede acudir a la notaría que quiera, pedir cita con el notario, plantearle sus dudas o proyectos y salir de allí sin haber hecho desembolso alguno. El notario le aconsejará, por ejemplo, que tipo de sociedad sería mejor constituir para dar cauce a su proyecto empresarial (y las características que definen a cada una en función de factores como la responsabilidad patrimonial del fundador o fundadores; del capital social que se aporte; del número de socios que la constituyan, o del grado de flexibilidad y control en su dinámica de funcionamiento). Y sólo le cobrará en caso de que decida contratar sus servicios y le pida que constituya la sociedad y/o que redacte los estatutos, por ejemplo. El notario puede aconsejarle sobre aspectos de gran relevancia en el contenido de los estatutos, como sobre el objeto y la actividad de la sociedad; el funcionamiento, la estructura y las responsabilidades del consejo de administración; la toma de acuerdos; el papel del administrador; el régimen de transmisión de acciones y participaciones, etc.
¿Y cuánto le cobrará? Lo estipulado en los aranceles notariales, que fija el gobierno y que son iguales para todos los notarios en ejercicio, ya tengan su notaría en una gran ciudad o en un pequeño pueblo. Además, gracias al desarrollo tecnológico alcanzado por el colectivo, muchas de los trámites necesarios (reserva de la denominación social, obtención del NIF, pago de impuestos…) se pueden hacer por vía online desde la propia notaria. Por ejemplo, actualmente es posible constituir una empresa en 24 horas en cualquier notaría de España por vía telemática, dado que todos los notarios están conectados entre sí por una red segura, se comunican empleando firmas electrónicas avanzadas y están también en conexión con las administraciones central y autonómicas y con una gran mayoría de las locales.
Y, ¿qué decir de la sucesión empresarial?, por citar otro ejemplo. Es un momento clave en la vida de las empresas, fundamentalmente de las familiares, y de su buena gestión depende el futuro de las mismas. También sobre esta materia puede consultar al notario.
Pero nuestra labor al lado del empresario no acaba aquí. Podemos ayudarle en muchas otras cuestiones que tal vez se planteará hacer lo largo de su vida empresarial, por ejemplo en la compra, venta o transmisión de acciones; sobre las vías de financiación a su alcance; sobre la fusión, escisión o transformación de la empresa, y también, como no, sobre su disolución, llegado el caso.
Yo le recomiendo, si usted es un futuro empresario o lo es ya, que consulte con un notario. Le ayudará jurídicamente y garantizará la legalidad de lo que haga, asegurándose de que todo se enmarque dentro de la legalidad vigente.
José Manuel García Collantes, presidente del Consejo General del Notariado