Actualmente, el 34% de los españoles tiene algún problema de salud mental. Esto según el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud (SNS), realizado por el Ministerio de Sanidad. Además, entre los trastornos mentales más frecuentes figura la ansiedad, el cual ataca el doble a las mujeres que a los hombres y que se ha duplicado en los menores de 25 años respecto a 2016. Esto seguido a los trastornos de sueño, la depresión y específicos del aprendizaje.
Los resultados visibilizan que los problemas de la salud es una de las actuales “epidemias” que enfrenta nuestra sociedad, la cual se debe prevenir, afrontar y manejar con estrategias marcadas para cada grupo de edad afectado.
Conforme múltiples investigaciones han avanzado, podemos encontrar pruebas tangibles de que la convivencia e interacción con los animales trae diversos beneficios comprobados para la salud mental, especialmente entre niños y adolescentes. En este sentido, desde el 2015, Purina inició investigaciones para recopilar evidencias relacionadas con el impacto que genera el vínculo humano-animal, así como estudios sobre las terapias asistidas con animales.
Beneficios de tener una mascota y cómo impactan de forma positiva en la salud mental de las personas
- Mejora el autoestima y confianza en uno mismo: sobre todo en niños y adolescentes que pueden sentirse tristes, deprimidos o mostrar cierta agresividad como consecuencia de unas inseguridades que pueden trabajarse gracias a las terapias que incluyan la interacción con perros.
- Reduce el estrés y la ansiedad: Las mascotas desempeñan un papel fundamental en la reducción del estrés y la ansiedad, ya que ofrecen una presencia calmante y afectuosa. A través de la interacción física, como acariciar a una mascota o recibir su afecto, nuestro cuerpo libera hormonas como la oxitocina. Esta hormona, conocida también como la hormona del «amor y el bienestar», promueve la relajación y la reducción del nivel de cortisol en sangre, el cual es conocido como la hormona del estrés.
- Ofrece soporte emocional frente a la depresión: con gran impacto en personas mayores que viven solas, y/o aquellas que sufren episodios o trastornos de depresión. En este apartado destaca la labor que los perros de terapia proporcionan a estas personas, mediante la compañía, subiendo el estado de ánimo y promoviendo el ejercicio. Los perros ayudan a que esa persona se “obligue” a salir, adquirir responsabilidades, rutinas y a “tener que desarrollar ciertas tareas” para cuidar el animal. Esta terapia contribuye a mejorar la autonomía, actividad física y mejora anímica.
- Acelera la recuperación de los pacientes: la presencia de los perros de terapia contribuye a la aceleración de los procesos de recuperación de pacientes. Acompañados de los técnicos de intervenciones y de los profesionales sanitarios responsables de los casos médicos, los perros apoyan a la superación del miedo, la mejora de la ansiedad, la disminución del ritmo cardiaco, la presión arterial y cualquier otra situación estresante vinculada al estado físico o psíquico de las personas.
- Facilita la interacción en un entorno social: los animales en general, y los perros en concreto, son grandes facilitadores sociales por su capacidad para interactuar con otros perros y personas. En personas con dificultad de relacionarse, las mascotas nos ayudan a conectar con otras personas y a ampliar nuestro círculo social, lo que fortalece nuestro sentido de comunidad.