El Gobierno, las organizaciones empresariales y los sindicatos han acordado fijar el salario mínimo en 950 euros mensuales, lo que supone una subida del 5,5 % respecto a los 900 euros del año 2019, un incremento que sitúa la retribución mínima anual en 13.300 euros al año.
Si tenemos en cuenta que se deben aplicar en base a 14 pagas, si éstas se prorratean en 12 meses, daría como resultado un salario de 1.108,33 euros brutos al mes, lo que supondrá un coste mínimo para el empresario con un trabajador de, aproximadamente, 1.460 euros, incluidos los costes de Seguridad Social.
La aplicación de la subida del salario mínimo tendrá efectos con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2020. Las empresas tendrán opción de aplicarla en la nomina de enero si al finalizar el mes aún no se ha publicado en el BOE la medida, o esperar a que se publique, previsto para el 4 de febrero, y compensar en las siguientes mediante atrasos.
La medida solo afectará a aquellos trabajadores cuyo salario anual estuviera por debajo de los 13.300 euros brutos anuales. Ojo que hay que tener en cuenta que dentro de esta cifra no se tendrán en cuenta ni los salarios en especie ni aquellos complementos personales que viniera percibiendo el trabajador, ni incentivos o comisiones.
Se prevé, según estimaciones del Gobierno, que más de dos millones de trabajadores se vean afectados por el incremento, siendo los sectores donde más impacto tendrá este incremento el agrario y los empleados del hogar.
Esta subida no solo afecta al trabajador por cuenta ajena, sino que cabe la posibilidad de que afecte a la base mínima por la que cotizan los autónomos que, de momento congelada en 2020, se mantiene en los 944,40 euros del año 2019, pero siempre teniendo en cuenta que la aprobación de unos nuevos Presupuestos Generales del Estado podrían aumentar la base mínima al RETA y, aunque no directamente relacionada con el incremento del salario mínimo interprofesional, viene siendo habitual que sea proporcional.
