Escuchar a tu instinto a menudo puede ser una fuente de buena información. La información que recibimos proviene del subconsciente y, cuando los patrones tienen sentido, hacemos conexiones que pueden llegar como una idea.
A menudo es una fuente de gran conocimiento. Si estás en una partida de ajedrez, por ejemplo, y has jugado durante docenas de años, tu intuición maestra es increíblemente aguda. Puedes reconocer patrones sin poder articularlos, y puedes destruir a un novato que tiene que analizar el tablero. La intuición separa a los grandes líderes de aquellos que están a nivel medio, dicen los expertos.
Pero la intuición es un arma de doble filo porque a veces en realidad es un sesgo. Creemos que lo sabemos, pero lo sabemos porque reconocemos un patrón especial o es más como «Esa persona se parece a mí o habla como yo, por lo que su idea debe ser buena”. A veces las fuentes se ven bien porque se ven familiares. Tienes que decidir si es un sesgo vestido como una intuición.
Cómo distinguir el sesgo de la intuición
La intuición es como el genio que está al frente de nuestra consideración, pero no debemos seguirlo ciegamente. Hay que ponerlo a prueba y validación tanto como otra idea. Buscando evidencias de que la idea podría estar equivocada o de que podría ser correcta.
Pregúntate a ti mismo/a de dónde podría estar viniendo la intuición. “¿Esto parece algo que he visto antes?” Si es así, es una señal de advertencia de que no se trata de intuición, sino de pensamiento sesgado. Finalmente, trata de entender dónde se formó la intuición.
Desafía tu sesgo
Para desafiar tu sesgo y mejorar tu intuición, busca ideas que sean contraintuitivas. Ahí es donde puedes encontrar nuevos mercados y crear ideas que valgan la pena si puedes creer que algo es verdad. Las personas que tienen la mayoría de las ideas contraintuitivas se exponen a diferentes aportaciones.
Si vives en un país extranjero, pasas tiempo con personas que son diferentes a ti o miras diferentes conjuntos de datos, las cosas que se volverán obvias e intuitivas para ti parecerán contradictorias para los demás. No es lo contrario de la intuición, es la intuición desde otro ángulo.
No tienes que salir de casa para expandir tu marco de referencia. El psicólogo de Harvard, Mahzarin Banaji, cambió el protector de pantalla de su ordenador por imágenes de personas que contrarrestan estereotipos. «¿Qué valdría un protector de pantalla de este tipo que mostrara imágenes de mujeres empresarias exitosas para aventurar a inversionistas que no pueden comprender intuitivamente que muchas mujeres son excelentes fundadoras de empresas?», comentó.
Si siempre estamos expuestos al mismo tipo de información, siempre estamos confirmando nuestra intuición. Es conveniente exponerse a diferentes ambientes. Es posible que veas que tu sesgo se rompe o que tu intuición mejore. La expansión de la calidad y la diversidad de las cosas que vives agudiza la intuición y te mantiene fuera del pensamiento obvio, concluyen los expertos.
