De vez en cuando aparece una noticia en la televisión que nos hace darnos cuenta de que los robots, lejos de formar parte de la última saga de películas de ciencia ficción, se han convertido en una realidad.
Y parece que, en los próximos años, tendremos que acostumbrarnos a convivir con ellos y, sobre todo, a trabajar con ellos. ¿De verdad? ¡Sí! Gracias a lo que se conoce como robótica colaborativa, una ciencia que desarrolla prototipos de robots, diseñados para trabajar al lado de los trabajadores con total seguridad y sin riesgos de que estos puedan dañar a los seres humanos.
El profesor del Grado en Ingeniería Electrónica Industrial y Automática de la Escuela Superior Politécnica del TecnoCampus de Mataró, Joan Triadó, explica en esta noticia publicada en el diario La Vanguardia que ya se venden miles de unidades de este tipo de máquinas y que muy pronto serán algo común en el ámbito profesional. “Hace diez años nadie hablaba de ellos y en diez años más estarán muy presentes en muchas empresas”, asegura este docente catalán que, junto a otros profesores, está asesorando a empresas interesadas en la robótica colaborativa. De hecho, su equipo acaba de firmar un convenio con el DFKI, el Centro de Investigación Alemán para la inteligencia artificial con experiencia en robótica colaborativa.
Como siempre que hablamos de robots en el entorno profesional, surge una pregunta: ¿nos quitarán nuestros puestos de trabajo? Según el Foro Económico Mundial, en 2020 podrían haberse destruido hasta cinco millones de puestos de trabajo en todo el mundo por la implantación de la robotización en los procesos de producción. La OCDE avanza en otro estudio que España será el tercer país más afectado por esta revolución robótica, pero los expertos aseguran que, si bien los robots destruirían algunos de los puestos de trabajo que conocemos hoy en día, la robótica colaborativa aplicada al trabajo haría que aparecieran otros nuevos.
Habrá que adaptarse: nosotros a ellos, pero también ellos a nosotros. La convivencia será, muy pronto, una realidad y, por eso, las autoridades ya están tomando cartas en el asunto. A finales de mayo de 2016 la Comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo presentó una propuesta de informe a la Comisión Europea, recomendando con urgencia una regulación normativa específica sobre el fenómeno de la robotización y utilización de la inteligencia artificial en diversos ámbitos, especialmente, en lo que afecta al empleo y a la seguridad social.
Según Triadó, precisamente la interacción con humanos es una de las grandes ventajas de los robots para empresas: “La robótica colaborativa desarrolla formas nuevas para evitar atrapamientos y que el robot reaccione o sea capaz de adaptarse a la presencia de los humanos”, explica. En este sentido, a día de hoy los robots colaborativos tienen limitada su fuerza a 150 newtons mientras que los convencionales no están sujetos a ese límite. Su diseño físico está pensado para evitar daños a las personas, se utiliza material de poco peso o menos agresivos, con formas más redondeadas y con velocidad limitada.
¿Y tú? ¿Te imaginas trabajando con un robot a tu lado?
Publicado en el Blog de Adecco