La pérdida de empleo sufre un goteo constante a causa de la crisis sanitaria, que está golpeando con fuerza a las pequeñas empresas y autónomos fundamentalmente. La Rioja registró en el último trimestre contabilizado (julio-agosto-septiembre) 2.600 desempleados más, según la Encuesta de Población Activa (EPA), un 17% más que en el trimestre anterior, lo que hace un total de 17.800 parados.
El balance interanual también es negativo, con 3.800 parados más. La tasa de paro se fija en el 11,52%, una de las más bajas de España, junto con País Vasco y Navarra.
La situación empresarial que vive España y La Rioja es de una extrema gravedad por las restricciones y limitaciones de muchos sectores, que se van a ver aún más agravados por el repunte de la pandemia en España.
No hay otra solución que continuar rescatando a nuestro tejido empresarial, con ayudas directas a los sectores afectados, bonificaciones, para poder mantener las empresas vivas y cubrir todos los gastos fijos que tienen que soportar, porque una empresa que cierra es una empresa que no se recupera.
El panorama que tenemos por delante durante los próximos meses va a ser muy complicado, por lo que ahora lo esencial es salvaguardar al máximo posible la actividad, procurando priorizar la salud sin cerrar por completo la actividad económica.