Cada vez más, las empresas entienden que de sus equipos depende tanto el buen funcionamiento diario como la cuenta de resultados, por eso invierten en medidas de bienestar laboral

Reconectar con el trabajo de manera saludable tras las vacaciones

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Actualizado 05 | 09 | 2023 09:17

Más que enero, para muchas personas septiembre es el mes del reinicio. Es un momento de cambio: del ocio y el descanso a la rutina, casi siempre frenética, de la vuelta al trabajo y la vuelta al cole de los niños. Y como todos los cambios, nuestro cuerpo y nuestra mente necesitan una adaptación, tanto física como mental.

En este caso, en el que el cambio es percibido como ‘negativo’, la transición puede ser un poco más difícil y no permitirnos ver los aspectos positivos que también conlleva, por lo que debemos trabajar, en general, el pensamiento positivo.

En cuanto al ámbito laboral volvemos tras las vacaciones, cargados de expectativas con una lista de proyectos para el nuevo curso, buenos propósitos y, quizá, algunos temores. Pero, “una cosa es volver con pocas ganas y otra tener ansiedad por esa vuelta. Es normal sentir que estamos mejor de vacaciones, pero si la sensación es más seria deberíamos revisar los motivos y tratar de subsanarlos junto con nuestros empleadores”, explican desde el equipo de psicólogos de Affor Health.

7 consejos para empezar el curso laboral con actitud positiva

  • Vuelve poco a poco (si puedes). Soltar las maletas una noche y correr a la oficina a la mañana siguiente supone, ya de por sí, un estrés. Siempre que sea posible recomendamos ir enseñando a nuestro cuerpo poco a poco a adaptarse, ya volviendo a casa unos días antes o desde el propio lugar de vacaciones: acostarnos antes, ordenar nuestra casa y asuntos domésticos, retomar responsabilidades y, si no va en detrimento del tiempo de ocio, tal vez limpiar la bandeja de entrada del correo dedicando unos minutos en los días previos a la incorporación.

  • Mantén los buenos hábitos de las vacaciones. Seguro que en vacaciones has descansado mejor y te has movido más físicamente. Aprovecha esos hábitos de más horas de sueño y más deporte para la nueva etapa. Una buena higiene del sueño es clave para sentirnos mejor, más optimistas y ser más productivos, igual que lo es hacer ejercicio físico regularmente. Planifica tu día para irte más pronto a la cama o dedicar media hora a una pequeña siesta reparadora, y trata en la medida de lo posible, de ir al trabajo en bici o andando. Tu cuerpo y tu mente lo agradecerán.

  • Reconoce y entiende cómo te sientes. Si estás contento por la vuelta o si no lo estás tanto, entender tus sensaciones es el primer paso para cambiarlas. Funciona muy bien la técnica de las ‘autoinstrucciones positivas’, mediante la cual identificamos verbalizaciones internas o pensamientos que tenemos ante situación de conflicto (toca volver a trabajar) y los sustituimos por otros que, en general, son más útiles para llevar a cabo la resolución de dicha tarea (este curso espero crecer en mi trabajo, participar en proyectos más interesantes…). Se trata de aprender a hablarse a sí mismo/a de manera positiva para cambiar pensamientos que nos crean ansiedad por otros que nos permitan afrontar la situación de una manera más adaptativa.

  • Planifica tus objetivos y gestiona (bien) tu tiempo. Empieza el curso sabiendo qué quieres y qué no, qué te gusta y qué no de tu entorno laboral, y aplícate para potenciar lo positivo y evitar lo negativo. Mientras tanto, trata de optimizar tu tiempo para que las tareas no te superen (de nuevo) y te sientas superado antes de empezar. Utiliza una agenda o una aplicación digital que te ayude a planificar tanto los días como las semanas o los dos/tres meses por delante. Y recuerda, lo urgente no siempre es lo más importante.

  • Programa pausas en tu jornada y en tu año. En esa gestión del tiempo también deben estar contemplados los descansos. En el día a día no es necesario que sean pausas largas ni que interrumpan demasiado tu ritmo -dos minutos de reloj para levantar la vista de la pantalla, respirar profundo, mirar a tu alrededor y tomar conciencia del ritmo al que estás funcionando son suficientes-. En cuanto al medio largo plazo, es conveniente reservarnos momentos de ‘minivacaciones’ o desconexión (pueden ser los fines de semana) donde planifiquemos alguna actividad que nos guste y que esperemos con ilusión.

  • Cuida de los compañeros y ellos cuidarán de ti. Si pensamos en el espacio laboral como un conjunto de personas cuyas funciones están relacionadas, y muchas veces dependen unas de otras, el cuidado mutuo es fundamental para generar espacios de bienestar que nos acojan y faciliten la tarea. Si tú tienes sentimientos encontrados por la vuelta al trabajo, seguramente tus compañeros también los tendrán. Apoyarse unos en otros significa poder delegar con confianza cuando es necesario, y tener un ambiente de trabajo positivo es un claro indicador de la felicidad laboral.

  • El trabajo se queda en el trabajo. Esta máxima debería regir nuestra vida laboral en septiembre, en febrero o en julio. La desconexión es fundamental para que la mente se oxigene, se recargue y afronte el día siguiente con nuevas energías. Si te cuesta, prueba a planificar tu tiempo de ocio ocupándololo con actividades que te gusten y que aparten tu mente del trabajo.

Cada vez más, las empresas entienden que de sus equipos depende tanto el buen funcionamiento diario como la cuenta de resultados, por eso invierten en medidas de bienestar laboral y, cada vez más, facilitan la conciliación y la desconexión. Tienen claro que es la mejor manera de retener el talento y mantener la productividad. ¡Buen reinicio!

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