Vivimos en un entorno empresarial oscilante y flexible, donde la innovación es constante. Por eso, para que la empresa sobreviva, una de las funciones más importantes del departamento de Recursos Humanos es la gestión del cambio organizacional. Hoy te contamos en qué consiste y cuáles son sus claves.
¿Qué es la gestión del cambio?
De manera sencilla, la gestión del cambio consiste en aprovechar las novedades en el entorno empresarial para beneficiar a la empresa. No se trata necesariamente de implementar los últimos modelos de gestión empresarial, sino de ser capaz de anticipar los cambios y crear una estructura empresarial lo bastante flexible como para responder a ellos.
Dos definiciones posibles del concepto de “cambio organizacional” son:
- La capacidad de adaptación de las organizaciones a las transformaciones que sufre el medio ambiente interno o externo, mediante el aprendizaje.
- El conjunto de variaciones de orden estructural que sufren las organizaciones y que se traducen en un nuevo comportamiento organizacional.
Estos cambios se originan por la interacción de diferentes fuerzas internas (procedentes de dentro de la organización) y externas (procedentes de fuera).
Factores necesarios en la gestión del cambio
Para una adecuada gestión del cambio organizacional, conviene valorar y tener en cuenta estos tres factores:
- La necesidad de cambio: ¿cuáles son las presiones internas y externas que empujan a la organización a cambiar? ¿Existe una creencia generalizada entre el personal de que es necesario cambiar? ¿Qué opina la dirección al respecto?
- La implicación a todos los niveles. Para que haya un cambio profundo, el departamento de Recursos Humanos debe contar con el compromiso de la dirección y de los responsables de los diferentes departamentos. Juntos, podrán trabajar para orientar a toda la empresa hacia el cambio deseado. De la misma manera, el cambio no puede centrarse en un solo departamento, sino que debe ser verdaderamente transversal.
- La cultura de experimentación e innovación. Ambas deben ser parte del proceso, probando constantemente nuevas ideas, premiándolas en caso de éxito o descartándolas en busca de nuevas alternativas. Los trabajadores deben sentir que sus esfuerzos son bien recibidos y perder el miedo a equivocarse.
Estrategias exitosas para la gestión del cambio
En lo que se refiere a la gestión del cambio, como en muchos otros aspectos del mundo empresarial, no existen fórmulas mágicas. Pero sí que existen una serie de estrategias con mayores probabilidades de tener éxito a la hora de vencer a la hora de la resistencia al cambio. Estos son algunos ejemplos:
- Contar con una visión común del cambio. ¿Por qué se quiere cambiar, y cómo va a llevarse a cabo? Antes de iniciar un proceso de cambio organizacional, es necesario destinar tiempo y medios a alcanzar esta visión común.
- Tener figuras líderes con buenas habilidades de comunicación para transmitir esta visión a toda la empresa.
- Contar con un plan para educar a los empleados sobre los cambios en su trabajo del día a día.
- Decidir las métricas que van a usarse para medir el éxito del cambio y con qué frecuencia se establecerán controles.
- Por último, diseñar un plan de seguimiento con acciones previstas para diferentes escenarios, esto es, tanto si el cambio tiene éxito como si no.