Las pequeñas y medianas empresas de España, Italia y Francia consideran que las perspectivas económicas representan una «influencia negativa» en la disponibilidad de financiación, según señala la encuesta sobre acceso al crédito de las empresas de la zona euro, elaborada por el Banco Central Europeo (BCE).
La consulta, referida al segundo trimestre y desarrollada entre mediados del pasado mes de septiembre y finales del pasado mes de octubre entre 11.020 empresas de la zona euro, constata una sensible disminución en el número de pymes que aprecian las perspectivas de la economía como un factor positivo a la hora de acceder a financiación.
«Aunque la reducción fue amplia entre los países, fue más marcada en Italia (-7% desde +2%), España (-1% desde +24%) y Francia (-5% desde 9%)», señala el BCE, señalando que las pymes de estos países evaluaron las perspectivas económicas generales como «una influencia negativa sobre la disponibilidad de financiación externa», mientras que en el caso de las alemanas, aunque la percepción sigue siendo positiva, se registró una bajada e términos netos (+4% desde +12%).
No obstante, según la encuesta del BCE, el acceso a financiación continúa siendo la menor de las preocupaciones para las pequeñas y medianas empresas de la zona euro, donde las pymes españolas (21%) expresaron la mayor disponibilidad de crédito, por delante de las irlandesas (15%) y las eslovacas (14%), que las pymes de la eurozona atribuyeron a la voluntad de los bancos de conceder préstamos.
Por contra, las pymes de la zona euro volvieron a señalar la escasez de trabajadores cualificados como su mayor preocupación, con un porcentaje neto de encuestados del 26%, frente al 24% de la anterior consulta, por delante de la dificultad para encontrar clientes, con un 22% desde el 23% anterior.
Entre abril y septiembre, se registró un ligero incremento en el porcentaje neto de pymes de la zona euro que reportó un aumento de su facturación, hasta el 25% desde el 24%, aunque el porcentaje de pequeñas y medianas empresas que aumentó sus beneficios bajó al 3% desde el 4% precedente, como consecuencia del mayor impacto de los costes laborales y del resto de costes, así como del gasto en intereses.
En este sentido y por primera vez desde 2014, las pymes europeas señalaron un incremento de los tipos de interés aplicados a los préstamos bancarios, además de indicar un aumento de otros costes de la financiación, incluyendo comisiones.